sábado, 15 de junio de 2013

Haz una Lista


Haz una Lista

 

Dibújame como el mar en un viernes

de tormenta.

Dime si los azules y los magenta se

llevan bien

con el azar.

 

Bendíceme con dos rabietas

mías.

 

Invócame cuando me esté equivocando.

Eso me sucede cada solsticio,

y todos los días.

 

Aguántame un poco cuando veo en ti

todos los milagros conocidos.


Escúchame lentamente

porque por lo general me equivoco

con los adverbios,

ah,

y sobre todo con los gerundios:

Ay, los gerundios.

 

Espérame despacio hasta que den las doce

citas cartesianas para que pueda decir:

Sí.


Cuando se trate de ofertas de fin de semana,

cómprame un paraguas alado

para salir al río,

y llevar algo de cenar

sin demasiadas calorías.










 

miércoles, 12 de junio de 2013

CUATRO AÑOS


CUATRO AÑOS ES MUCHO O POCO

CUATRO AÑOS ES EL INICIO Y EL FIN

TE DOY CUATRO AÑOS PARA AMAR

Y CUATRO PARA TERMINAR UN SUEÑO

TENGO CUATRO AÑOS PARA TI

Y TODA LA VIDA PARA RECORDARTE

O PARA AMARTE

lunes, 27 de mayo de 2013

Ellas


Son más cuando quieren decir algo breve y certero.

Son más cuando no quieren decir una verdad inmensa.

Son vehículo cuando se olvidan de ser.

Se convierten en luz, agonía, éxtasis y olvido.

Se parecen al río que las inunda,

al mar que las tranquiliza, al olvido que las enlaza.

Dan señales de luz  cuando te olvidan.

Olvidan el mensaje y dan sentido.

Olvidan sus significados cuando las miras.

Darán sentido a la última aseveración,

al respiro final.

Atrás hacia adelante

El horizonte en nuestro olvido
 
Me endiablaba la nariz, me sostenía el cigarro.
Me sofocaban los poros y me atravesaba el iris
el pozo de los anhelos. Era incontrolable el virus
de tanta alfombra pisada por el desgastado tiempo
y  la persistente ceniza de mis párpados, ¡Ay!
 
Era demoniaco el estilete que esculpía la idea;
era tangente la insinuación planeada con malignos
aires de inocencia.
 
Le causaban brazos los laberintos de sus cejas
enarcadas hasta el desafío:
le llenaban las llagas
los miles de insectos que se alejaban sedientos
de más dolores rojos, verdes, amarillos pus.
 
Cuando fue encontrado por el vestigio impío,
la resurrección no esperó hasta verse convertida
en crisálida.
El tiempo esperó a que los ancianos
tuvieran cinco lúcidos años.
La vida se empezó, ella sola,
a acabar cuando moriste en ese instante 
de poco menos que un gatillo de metal fundido.
 
El final vino a verter su mano suave
sobre las últimas hojas que fueron devoradas
por primera vez por ese minúsculo monstruo
de eternidad. El pequeño ser había engendrado
su maligno plan.
El resultado que estaba ya previsto por ese infundado maestro de la nada.
  
Lo adelgazaba tanta espera, se hizo un fenómeno de circo al no poder dominar sus apetitos de gloria.
Se quedaba tan callado y le fueron negados
tantos aplausos que ensordecieron el tribunal que finalmente lo conminó a ser soberanamente libre de tanta voraz, hermosa culpa.
 

martes, 21 de mayo de 2013

Puma de pura lava aroma


Puma de pura lava aroma

 

Estoy volcado, gracias al sol, en tu mirada

y cambio cada instante los suspiros por tus besos.

 

Voy como los pasos de un tigre tras tu sombra.

Voy como los locos tras tu aroma feroz

de tigre, de  puma de pura lava aroma.

 

Estoy atento a cada instante de tu eterno respirar.

Estoy mirando cómo se dibujan tus pestañas negras

boca abajo, estoy mirando tus pestañas.

 

Voy pisando como las hormigas tus ojos de miel.

 

Estoy mirando cómo se mezclan con la verde luz.

 

Estoy feliz de ver tus ojos, tu mirada luz.

 

Estoy sobresaliente con tu mirada, brazos, cuerpo sobre verde luz.

 

El pasto siempre luz al que integras con fuego tu mirada miel.


Tu mirada sobre hormigas guerreras  mientras pasa el colibrí.

 

Estoy sentado al lado mientras pasa el tiempo,

mientras pasa el tiempo o se detiene sobre tus ojos de topacio

sobre el  negro pasto.
 

Y las hormigas de miel y el verde colibrí que nos invita a verlo,

y a ti que no nos pides nada al colibrí ni a mí,

 

A ti que miras verde y agua,

a mí  que miro verde y miel.

 
































 

TIRITAS


Tiritas

 

Tiritas rayos sorprendidos

Conversaciones

Y los brazos y los dedos

Y los fríos que se dejan y los labios

También te tiemblan.

 

Tiritas en el alma con un hielo

Anfibológico que se descuelga

Del suspiro de los rayos del sol

Anhelante

Y necesitado.

 

Para los que no lo sabían

Tiritas como un témpano y eres

El remedio sustantivo, la suerte,

El remedio y el olvido, cuando

Ya después de tanto espasmo

Y doloroso accidente

Estás en la basura

Sin que nadie se disculpe o se acuerde

De tan pequeño acto

O remedio.

sábado, 4 de mayo de 2013

Signos de colores


Signos de colores me van, me vienen.

Son de un sujeto que no admite predicado.

Signos inmarcesibles como el mar abierto.

Tú eres el mar, tú eres mi constelación de Orión.

 

Signos de colores me dan de comer

y me hacen famélico a los orgasmos cotidianos.

 

Me ven venir signos inútiles.

Ahí les voy con alabastros sutiles

y otras prensas de luz pa que despierten.

 

Signos de colores para que me vengan

después a despertar los colibríes.

 

Signos de luz de luz abierta

para que canten cada día las palomas

que no lo hacen tan bien.

 

Signos que se me desbordan de la boca,

que van en caballo entre gigantes.

 

Signos de luz que me convocan

a una serenata en las mañanas de mi espera.

Signos de luz ahorita que todavía

no me he muerto de signos.


Signos de lujuria y de esperanza.

 

De una sábana que me acaricia y un olvido.

 

Signos de ti a quien sigo queriendo.
 

Tantos signos, de mi más interna leche para ti,

a quien siempre estaré esperando

cada mañana y cada noche.

 

Signos de un pesar de años,

De una espera sin fin.

Para quien siempre viene alado,

Al lado mío.

Tú.

 

miércoles, 27 de marzo de 2013

Recámara con olas


Uno pequeñito

Para aliviar el alma,

Para no volverse ciego.


Un pequeño espacio

Para poder decirte

Que las olas son grandes

Y el mar es otra cosa.
 

Un verde con blanco

En las paredes de la sala

Para estar quietos y cansados.

 

Y darle a los perros

Recetas de sabiduría y  besos

En la panza.
 

Un sentimiento cómplice

Y una mirada silenciosa

llena de Esperanzas quietas.
 

Un amor que nunca llega tarde

Se instala en la única recamara que tengo para ti:


Nuestra enorme cita

Todos los días.

jueves, 21 de marzo de 2013

¿Las coincidencias son dios?


Yo no creo en dios,

Pero a veces parece que me hablan los carteles y el tiempo y los miles de pasos que doy atrás y hacia adelante y hacia atrás y hacia adelante-…

Yo no creo en dios, pero a veces me recibe el tiempo con una señal extraña, un signo, si quieren, una verdad que debe ser interpretada como urgente.

Yo no creo en dios, me da flojera dios, y es tan dominante y tan inflexible, que mejor no creer en dios, y por eso lo escribo con minúscula.

Minúsculo dios que nada arreglas, pero a veces me encanta pensar que están algunas señales en el día a día.

Señales que me inquietan, como las que a veces llegan.

 

¡¿Las coincidencias son dios?

Son señales inquietantes: llegan y parece que surgen de la nada.

La nada me habla y me dice qué hacer o qué no hacer.

Me siento devastado y con ganas de huir y ahí están los caminos que puedo seguir: El ABC se me presenta con una claridad meridiana.

Soy parte de dios o soy parte de mis decisiones.

Sin saberlo.

Soy parte de un encuentro con mi destino, con parte de un devenir que no entiendo y que me dice, por aquí es y no puedes regresar, no puedes volver. Estás aquí para algo. Eso es dios quizás. Eso es, a veces, cuando las mentiras te rebasan, cuando las verdades llegan, cuando la vida te pone pruebas. ¿La vida es Dios?

martes, 19 de marzo de 2013

Colibrí


Estar al mismo tiempo aquí y en todos lados.

Voltear la vista y descubrir que sigo siendo yo.

 

El mismo instante es diverso y tú me dices...

Tú me dices una vez más que no sabes qué ponerte.

O me preguntas si te ves bien y yo te digo:

Claro, como siempre.


Estar al mismo tiempo aquí o por la noche.

Aunque la noche sea de día o de tarde y me despierte por la madrugada o por la tarde y no sepa si es la mañana o la tarde de tantas horas que no sé para dónde van pero es la misma tarde o la misma mañana o las mismas horas en que tengo que darme prisa para llegar a donde siempre se me hace tarde y pasan cosas.


Pasan cosas diversas en estas horas de aquí, de allá de todos lados.

Pasan horas que son reportadas inmediatamente
por  los medios que no escucho.

Pasan tiempos inmensos entre el sol y la noche que estamos decididos a iluminar con luz eléctrica.

Pasan horas y las horas me piensan me levantan me inclinan a momentos de grandiosas salidas a espacios propios, a lugares míos, a momentos que creo para mí, para gozarlos y olvidarlos minuciosamente mientras me esfuerzo en tratar de recuperarlos y mantenerlos como si fueran tiempos reales.

Tiempos en que el ruido es sometido a fuertes dosis
de indiferencia sostenida.

Tiempos en que esperaría que los ruidos se fueran, pero están ahí y lo más fácil es callarlos con la indiferencia.

Los tiempos son míos y son de todos pero nadie se hace cargo, como nadie se hace cargo de lavar el mundo, de lavar el mar, de lavar el universo que todo los días amanece con la misma cara reluciente en espera de ser puro universo.

Son tiempos muy ruidosos, no son tiempos medievales.

La luz eléctrica lo inunda todo.

La basura se mueve a ingentes botes que ignoramos.

El espíritu se mueve a pesar de tanto ruido y de basura.

Yo me sueño en una paz inmejorable.

Yo desaparezco unos instantes, unas horas, pero bastarían unos meses de locura quieta, de voces apagadas, de electricidad  callada para que pudiera observar de nuevo la luz de una vela en la oscuridad que nos llama, nos invita a disfrutar de una respiración pausada. Un goce por estar entre  el oxígeno y la paz. Sin más deseo que mirar la luz, el aire que se detiene en el vuelo tenaz del colibrí, en el rojo quieto de un parpadeo lento, simple, interminable.

jueves, 14 de marzo de 2013

Otro jueves


Otro jueves

 

Otro jueves.


Yo soy jueves.

 

Vienen siempre

Con los días.

 

Llevo meses

Conquistando

Los misterios

De los días

Más resueltos.

 

Me estremezco

Conquistando nuevos días,

Rescatando nuevos náufragos.

 

Rescatando

Los instantes, horas, días.

 

Los abrazos, caudas, olas.

 

Me hago torpe,

Lo confieso.

 

Tengo ganas de horadar el Horizonte.

 

No son ganas

De estrellarme con el tiempo.

 

Es un dejo,

Un esqueleto,

Un sentir que vuelo cerca del tapiz

Del universo.

 

No despierto,

Me estremezco

Con tus olas, tu deseo, tu ser necio.

 

Me torturas

Con tus alas

De murciélago.

 

Me das muchas noticias de pez muerto.

Me encanta la manera en que regresas

A los mismos lodazales de mensajes

Yertos.

 

La única vez que revertiste el cosmos

Fue cuando estuvimos cerca del abismo.

Me encontraba esa vez como es costumbre con gripe,

Con dolor de panza,

Con artritis

Prematura.

 

Me enloqueces,

Me das nauseas,

Me sofocas.

 

Y sin embargo tengo frío.

 

Frío de no caminar como es debido.

 

Con las alas largas,

Con la cara limpia,

Con mis tripas lavadas y la cabeza simple.

 

Simple como un alfiler afeitado.

Con las convulsiones de un muerto que ya no espera nada.

 

 
Soy la espera,

soy tu llama.

 

Soy tu espera,

soy tu espada.

 

Me enloquece no saber cuándo terminará este jueves.

 

Este jueves que son tantos y son el mismo jueves que se repite

Al fin,

cada semana.

Cada semana.

Cada semana.

El mismo, mismo, mismo jueves.

 

El mismo jueves.

Cada semana.

 

Nada llama,

Solo llama la semana.

 

La misma semana de tantos años,

De tantos días.

 

No hace falta

que me digas

que no hay nada.
 

¿Y si no hay nada?


¿O si no hay nada?


¿Qué caso tiene vivir por tantos, tantos jueves

y lunes y martes y deshoras.

 

La nada llegará otro jueves,

Como siempre, como nada.

 

Como si no hubiera sido preciso caminar por estos jueves

Como si fuera nada.

 

No es por nada,

Pero tanta espera pareciera precisar una demanda justa.

Un premio de consolación al menos:

Pero nada.

Nunca hay nada.

Nunca hay “cosa alguna”.

Solo espera.

Solo nada.

Nada.

NADA.

 

martes, 5 de marzo de 2013

Te vas


Nombrarte

Es terminar contigo.

En el momento en que te observo:

Te vas.

 

Eres el instante,

La situación perfecta,

Y desapareces.

 

Nombrarte

Es expulsarte del mundo.

 

Tan frágil eres

Que no aceptas

Mi mirada:

 

Te vas.

 

 

Nombrarte es un prodigio.

Mis alas se adentran en tu ser.

 

Te construyes,

Te construyo,

Pero cuando logro verte,

Apenas,

Te vas.

 

Siempre te vas.

 

Te incorporas a otro lado,

Te vas.
 

Te nombro y te vas.

 

Es una maldición,

Es un destino,

Te vas.

 

Te doy una palabra

De saludo,

Bienvenida,

Te vas.

 

No sé por qué te vas.

Aquí te descubrí,

Eres tú,

Eres un desconocido encuentro

Y te vas.

 

Te vas.

 

Te vas.

 

Te vas.

 

Alguna vez te dije que te encontraría,

 

Te encontré.

 

No fuiste sino un descubrimiento,

 

Una búsqueda,

 

Un encuentro.

 

Te vi,

 

Te pude ver,

 

Eras tú,

 

Eres tú.

 

Tú.

 

Te has ido.

 


 

 

Fuiste.

 

Y ahora eres tiempo suspendido.

 

Fuiste.

 

Ahora eres:  un suspiro.

 
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