sábado, 12 de marzo de 2011

Ellos, nosotros.



Se miran los cuerpos,
por la mañana,
durante el desayuno.


Comparten
las horas, el sonido
de los cubiertos,
los enojos,
la acumulación
de ansiedades
de uno y otro
lados.



Se enojan,


Pero se callan.


Se miran,
se insinúan,
están al tanto

y no.




Nunca se entienden
del todo.


Elloooos, nosooootros,


se miran,


vacilan,

se adoran,


se dejan,


se escupen,


regresan,

se besan.



Se dejan porque se aman,


se aman.




Se entrelazan sus piernas,

nuestras piernas,


sus brazos,
nuestros brazos.




A veces ellos,


Nosotros,


quieren irse


a no sé dónde


solos:


son lógicos.

Los cuerpos son lógicos,
muy lógicos.


Se hacen pedazos,
pedazos.


Se entrelazan sus brazos
y sus piernas,
sus cuerpos.

Los cuerpos se olvidan,
por la mañana,
por la tarde.

Se reencuentran.
Duermen desnudos,
desnudos.

Es la noche.
Es el día.


Sus brazos,
sus piernas,
sus caricias.



Duermen.


Se olvidan.


Sueñan:


con otros cuerpos,
brazos,
piernas.


Despiertan,

Se despiden,
Se besan.




Piensan que se aman.


Se aman.