martes, 20 de julio de 2021

Visitante

Visitante


Su naturaleza es el viento,

pueden ser sus alas, brazos.

Su presencia es conmoción,

se detienen las olas,

se detiene el tiempo.


Nos visita

como un Dios…


...y a la manera de un Bufón,

sonríe,

y las gaviotas miran altivas,

y en el silencio,

en el aire,

salta el pez.


Ilusión  

 

Yo te busqué toda la noche, tú no sabes. 

Pensé que estabas, por ejemplo, caminando por las calles 

sin paraguas, sin lamentos, sin horarios. 

 

Busqué tu cara, tus insólitos modales. 

Subí, bajé por escaleras, puentes, taxis, 

periféricos, viaductos, ejes viales. 

 

Seguí tu rastro adivinando los detalles. 

Tu despertar, tu voz, tu nombre, tus manías. 

Tu piel, tu paso, tu saludo, tus pequeñas agonías. 

 

Imaginé por un momento, que a lo lejos, sonreías. 

 

Qué confusión, no puede ser, estoy soñando. 

Qué voy a hacer, debo correr, me está esperando. 

Voy para allá, le voy a hablar: Tal vez 

un hola, qué pasó, dónde estuviste. 

O en esos casos es mejor un simple: 

Bueno, ¿y cómo estás? ¿A dónde vas?, 

¿vienes conmigo? 

 

Llegué por fin y enmudecí. 

Me congelé, me enfurecí, 

hoy todavía no lo puedo resistir. 

Llegué a la esquina y no te vi. 

Te escabulliste, te escondiste, te escapaste. 

 

Eras un sueño, una visión, una vulgar aparición. 

 

Yo te busqué toda la noche tú no sabes. 

No te encontré, sigo esperando que tú vuelvas. 

Sigo esperando que algún día aparezcas por las calles. 

 

Salto de página 

Árbol luz 

 

...Y a ver si comienzo una Esfera, 

un árbol luz, lámpara de signos astrales. 

 

A ver si me encuentro con 

personajes que vivan en la zona astral, 

ahí, donde Ellos se ríen 

a carcajadas 

de nuestros vanos intentos. 

 

A ver si soy cielo, sol, luna, estrella, 

quasar 

o bien, 

un solitario 

punto negro 

en el infinito. 

 

Tal vez es una necedad imaginarme 

como polvo del cosmos, 

animal del zoológico divino, 

caos total  

en el devenir  

de la Historia. 

 

A veces soy partícula de abeja,  

nieve colosal,  

espanto de los sueños. 

 

O bien soy juguete de niños, 

hazmerreír de adolescentes,  

lúbrica aparición de ángeles con cadera  

de serpiente. 

 

No sé muy bien en qué equinoccio  

o solsticio 

me crearon. 

 

No sé a qué atributo divino es necesario  

rendir adoración. 

 

A veces soy árbol lámpara, 

higuera, 

tarro de cerveza. 

 

Me gustan los perros,  

las abejas  

y los atardeceres. 

 

Me gusta la certidumbre de ser amado. 

 

Sueño con abejas y con peces. 

 

Soy parte del sol. 

Salto de página 

Aldebarán y Facebook 

 

Mente soy, cuerpo. 

Miro tantas texturas de personas: 

un flautista que se encumbra, 

un perro actor, 

cien años de una diva, 

un gordo insaciable, obsceno 

y odiado. 

 

Una sonrisa que mira la Fama, 

un cronopio al que lastiman con facilidad, 

tantos cronopios, ay, que no están aquí: 

un ademán ajeno a la estupidez, una mente lúcida. 

 

Un zoológico de voces en Facebook 

celebra cada día con listones de colores 

(del azul al arcoíris) 

el día de la levadura, 

el del semen, 

el del más allá, 

el día del asombro, 

el día del olvido. 

 

Ya los más cautos permanecen, en la selva 

de publicaciones, 

atentos. 

Por si alguna nueva muerte los anima, 

o algún nuevo caso de astucia los enerva. 

 

Más Facebook que Twitter me dicen. 

 

Las dietas de mariguana, el arroz quemado, 

[siempre le sucede a alguno, ¡y lo publica!] 

el alboroto por el aullido del pez, 

son [Entre otros] los nuevos estelares de cinco segundos, 

cinco segundos [de fama, como ya saben quién decía] 

que serán reavivados por el ir y venir 

del cursor, 

en busca de una actualización [qué fea palabra] 

que nos lleve una vez más hacia la Nada, 

hacia la interrogación insatisfecha: 

 

Podré hoy o nunca 

Saber… 

¿qué estoy pensando? 

 

Qué piensas, qué sientes, qué temes, 

qué se te antoja, a quién amas, a quién lamentas 

haber conocido, qué fruto prohibido deseas dejar atrás. 

 

Qué circunstancias aciagas te llevaron a ser lo que eres, 

cuántas arrugas tienes en la frente, 

a quién visitaras mañana, 

quién te visitará cuando tengas noventa y tres años, 

qué música han olvidado los que te conocen, 

cuántos dígitos tiene un montón de basura, 

qué te anuncian en la nueva televisión, 

el Internet? 

 

Cuántas razones para seguir en este medio, 

cuántos sortilegios te atrapan en el nuevo canal 

de las “estrellas” virtuales. 

 

Aldebarán sí es una estrella, 

es solícita con los nuevos visitantes, 

es renuente a las adulaciones. 

 

*** 

 

El hombre levantó la vista, 

El Otro levantó la ceja 

y escribió una carta. 

 

Ambos decidieron que se tomarían la tarde libre, 

se irían a la playa más cercana 

y cada uno en su hamaca 

leyeron cuentos, hojearon revistas, 

recordaron canciones, 

revisaron 

minuciosamente 

el universo. 

 

Salto de página 

Aleteos 

 

Ángeles cuánticos 

Cánticos cuánticos. 

 

Guardo silencio cuando 

elevas tu oración al cielo. 

 

Me escurro y ellos me observan. 

Son rojos, a veces, y cuando los miro son celestiales. 

Me miran y no los comprendo. 

Me llevan una sinfonía de distancia, 

y se mueren de risa cuando los quiero retratar. 

 

Son rojos y azules.  

No sé si amarillos. 

 

Me enervan, 

como los peces  

japoneses, peces cuánticos. 

 

Entre gotas de lluvia, 

y por los espejos,  

aletean, claro. 

 

También en la última nota del perfume azul 

y cuando sabes que todo se va a desbordar 

en esos veinte segundos cuando mucho. 

 

Se mueren de risa 

del asombro que nos causan 

sus millones 

de partículas… que están aquí… 

…y allá, en las sábanas, en la ducha, 

y… en la mirada 

inquieta 

de un escéptico…  

como tú. 

Salto de página 

Visitante 

 

Su naturaleza es el viento, 

pueden ser 

sus alas,  

brazos. 

 

Su presencia es conmoción, 

se detienen las olas, 

se detiene el tiempo. 

 

Nos visita 

...y a la manera de un Bufón, 

sonríe. 

 

Las gaviotas miran altivas. 

 

En el silencio, 

en el aire, 

salta el pez. 

 

Salto de página 

A dormir 

 

La mar se vuelve serena y me duermo: 

profundo mar azul cobalto, 

cera derretida, 

líquido de plomo. 

Salto de página 

Estallaré en Venecia 

 

Como el silbar del viento, 

todas las malas redes te acompañan. 

 

Cada momento alado es un intento. 

 

Todas son 

las elucubraciones de la araña. 

 

Recobrarás el tiempo, 

caminarás al alba del famoso instrumento 

y la jirafa y la enana y la elefanta, 

y el caballo 

y tú  

y el pensamiento. 

 

Como rozar el cielo, 

siempre a tu lado voy. 

Alado, 

sabes. 

 

Rebasarás al viento 

como un ave que intenta 

confundir, todavía más, 

al universo. 

 

Y comunicaré al viento 

mis honrados intentos  

de ser libre. 

 

Y… mis más antiguos rezos 

para el dios que quisiera ser mi líder. 

 

Verificaré la espuma 

del último tarro de cerveza. 

 

Regurgitaré el alma 

en una llamarada de torpezas. 

 

Acariciaré el alma 

con una de tus risas por la tarde. 

 

Reverenciaré el verde 

camino de tus alas  

cada noche, 

eh. 

 

Recobraré mi boca 

con todas tus caricias. 

 

Convenceré a la noche 

con todas tus virtudes 

y tu frágil 

brisa. 

 

Estallaré en Venecia 

con una barricada de solsticios. 

 

Convocaré a las musas 

para una tenue orgía. 

 

Convocaré a las hadas 

para que hagan pan  

y pay de frambuesa. 

 

Conoceré el destino 

de todos los silfos  

y los raros   

peces  

abisales. 

 

Convocaré a una Huelga 

General. 

 

Regresaré a la tumba 

a todos los obtusos y los necios. 

 

Regurgitaré tu nombre 

a ver si así dejas de llamarme por teléfono. 

 

Convertiré en paleta al Sol 

y les daré espuma de mar  

a los caballos. 

 

Cambiaré las sábanas 

cada vez que haga falta 

…es más, diario. 

 

Convenceré a la Tierra 

para que haga un calendario 

acorde a mis necesidades narcisistas. 

 

Reproduciré tu imagen más veces que Andy Warhol 

y convocaré a una docena de amapolas 

para que canten las mañanitas cada sábado. 

 

Si con mi voz malsana 

puedo cambiar tu nombre en un instante 

arrebataré la máscara 

de tu famoso rostro 

con todas las falacias disecadas. 

 

Recobraré el sentido 

y 

conoceré las alas  

del puntual  

final. 

Salto de página 

Mirada 

 

¿Quién puso 

 polen en tu mirada, 

 jarrón de albahaca, 

 girasol desprendido del aire? 

 

Salto de página 

So quiet 

 

un aire 

inaudible, 

verde, 

indefinible, 

inmóvil, 

tierno. 

 

Nada respira, nada pasa, 

 

Todo permanece. 

Salto de página 

Bonsái 

 

Si el oro llegara  

simple 

y me olvidara 

de tanto compromiso… 

 

Si un harpa encontrada 

me otorgara 

las maravillas, 

del ave quetzal… 

 

Si las virtudes del quetzal fueran mentira… 

 

O si Quetzal y Oro fueran jaulas magníficas 

y no me diera cuenta 

 

Si pudiera  

por acaso 

distinguir el oro  

que se oculta 

en el pasto 

 

Si acaso Oro y Quetzal 

estuvieran al servicio del Sabio experto en 

matemáticas…  

 

Al servicio del Sabio Hechicero… 

 

Si todos los ingredientes 

del Conjuro del Sabio 

no sirvieran de nada 

por la ausencia imperdonable de agua limpia, 

sagrada… 

 

Entonces, dime tú, ¿qué haría 

con mis deseos de ingresar  

a los famosos 

Laberintos de Jade? 

 

Si mi amor infinito fuera:  

quetzal de oro,  

copa de ámbar,  

jarro de flores, 

copa inicial… 

 

Entonces yo  

te daría  

un quetzal de obsidiana 

y un instrumento musical tan raro  

que solo tú podrías tocar. 

 

 

Salto de página 

 

El mar y tú 

 

La luna es una y es la misma. 

No importa si “se ve grande", 

o es roja, 

gigante, 

de queso, 

de azúcar, 

o si está en sopa 

o si me la como  

con cuchara. 

 

El sol solo es el sol 

con o sin mayúscula. 

El Sol es el Sol. 

 

La noche no está triste, 

ni cansada 

ni enamorada, ni sola: 

solo es noche. 

La noche. 

 

La tormenta no es bestial. 

Ya sabemos. 

 

El día no es alegre, 

no está triste, no es un día 

maldito, 

ni mágico. 

Es el día. 

 

Las horas, 

ah las horas… 

 

Cuántas horas, 

maravillosas horas, 

insufribles horas. 

 

Las horas no se parecen al mar: 

 

Son el mar. 

Salto de página 

Cuerdas centrífugas 

 

Un gato es un violín, 

un labio es una ausencia, 

un solo juego de ajedrez es todo tu destino. 

 

Este hombre no comparte la certeza de su muerte. 

 

La muerte es una catapulta 

sin duda. 

 

*** 

 

Tú eres mi respiración 

a veces mi asfixia,  

a veces mi paz. 

 

La muerte de Otros, siempre una sorpresa, 

siempre. 

 

 

*** 

 

Dios 

puede ser un Matemático. 

 

Quién que no es Dios puede 

Detener el Tiempo, 

matar al Ajedrez, 

acabar con Orión, 

matar al insecto, 

a Ése. 

 

 

O matar a Dios 

y detener el Tiempo, 

ser el Tiempo 

 

Y tomarse la tarde libre, 

invitar a los secuaces  

a tomar cerveza, 

a matar las intenciones, 

a colmarlas… 

 

Puede… 

Adherirse a un grupo, 

luchar contra los ideales de otros, 

corroborar que a veces 

también 

somos el Otro 

 

O preñar una bandera y 

ser célebres por diez minutos. 

 

O morir cinco minutos y renacer en el siglo XXII, 

O en el XVI. 

 

O ser una estrella nueva en el Multiverso y 

entrar gratis al cine. 

 

O… escudarse en una mentira, 

revisar el Cosmos, 

ser un paraíso, 

ir de vacaciones a Nigeria, 

entender todo al revés, 

montar un camello, 

seducir al Papa, 

comprar una hamburguesa en el Cairo, 

irse de travesti a NY, 

Saludar a Putin, 

anudar una corbata en la Casa Blanca, 

o viajar de polizón a Norcorea. 

 

 

O… edificar una metáfora, 

Y ser valiente contra el séptimo poder 

 

Oentender el Cosmos, 

Todo el Cosmos…  

 

…Y ser más inteligente que Stephen Hawking. 

Salto de página 

Dibujo 

 

lápiz 

silueta 

cara 

rostro 

enigma 

encuentro 

beso 

sorpresa 

cita 

estrategia 

veredicto 

 

confusión 

reto 

drama 

revelación 

destrucción 

 

reflexión 

espera 

gesto 

recuerdo 

vacío 

espera 

duelo 

paisaje 

 

silencio 

 

 

 

Salto de página 

Sol abierto 

 

Sol abierto, 

mar veloz, 

luna golfa. 

 

Los vastos territorios 

salados 

me incendian las pupilas. 

 

 

 

Mar alado, luna hueca, sol instinto. 

 

Volátiles camastros 

sobresalen de las olas 

y tienden sábanas frescas 

bajo cúmulos de estrellas. 

 

Salto de página 

Hoy no moriré 

 

Ya no voy a nadar y los ceniceros  

están llenos de odio 

consumido. 

 

Ya los mismos relojes dan las mismas horas  

y espero 

las noticias de muertes 

de seres queridos 

cada vez que suena el timbre 

del teléfono. 

 

Mis agotadas venas están  

llenas de sangre 

enferma. 

 

Mi reloj referencial, 

el que me despierta  

cada mañana, 

aunque sea domingo, 

me dice que hoy no moriré, 

pero tal vez mañana, 

o dentro de unas horas, 

o acaso antes de que termine de escribir  

estas líneas. 

 

Mi muerte está programada,  

no por mí, 

ni por mis ciegas esperanzas, 

sino por el diagnóstico feroz que me obliga  

a dejar 

mis papeles  

en orden,  

y mis impuestos 

todos pagados. 

 

Ya el cigarro último,  

de la última cajetilla  

está consumido. 

Todo está consumado. 

 

Espero horrorizado la llamada  

de la Muerte,  

la de otros. 

La mía la conozco desde hace tiempo. 

 

Espero que los hígados, los míos, 

mi hígado, 

les causen un malestar inenarrable a esos buitres, 

que no han acabado 

de saciarse  

con mi suave carne 

y mis delirios. 

 

Por lo pronto sigo respondiendo mails, 

entrevistando paradojas, 

inalcanzando el Everest. 

 

Sigo en lo mío: 

tratando educadamente de no pisar al Otro, 

o demostrarle a la Susodicha  

de cuán vileza soy capaz 

cuando me enojo, o me harto. 

 

Sigo en la estructura de una amabilidad incierta 

y una inteligencia desbordada 

que no sirve para maldita la cosa. 

 

Me voy de vez en cuando a mis baños de pureza 

y me encuentro sano y lujurioso con la espuma 

gratificante del mar. 

 

Vivo para mí. 

Soy rebelde, 

cauto, silencioso, bullanguero, irónico 

y altisonante. 

 

Se me olvida la rabia y el mundo entero 

y me duermo plácidamente cada mañana 

 y cada tarde y cada vez que puedo. 

 

  

 

Me duermo cada vez que lo consigo y olvido. 

Me gusta dormir y olvidar. 

 

Mañana moriré de tanta eternidad y tanto olvido. 

Soy un enfermo que tal vez muera mañana o tal vez no muera nunca. 

Me convertiré en roca de tanta pereza que me causa el mundo. 

Moriré, ya lo sé, 

ya muero, ya. 

Soy tan feliz. 

Soy. 

 

Yo, 

Prometeo. 

 

Salto de página 

Qué bueno tener mala memoria 

 

Soy olvido,  

soy un buscador de efímeros 

presentes. 

 

Soy el presente  

y siempre  

soy  

el que se olvida. 

 

El que se olvida, 

y es olvidado. 

 

Estoy de ninguno para todos. 

Estoy tampoco para nadie no. 

  

Estoy de tu caminar de amarga miel, ahora. 

 

En el árbol aéreo se despide la niebla sólida. 

 

Estoy de ellos ensombrecido como una manzana. 

 

Me resulta del yo de tu aroma pálido,  

un querido 

resplandor 

que nunca he sabido dejar  

al aire. 

  

Estamos con los Otros como los árboles que no tienen flores, 

árboles que crecen hacia abajo  

y a lo lejos. 

  

Estoy de ellos, 

estamos ellos y ustedes,   

todos, menos nosotros, 

menos los perros 

que se olvidaron de las letras en inglés,  

y las aves  

esas que nunca se han atrevido a aterrizar. 

Salto de página 

 

Luz meridiana 

 

Ya mi sala está lista, ya mi alcoba está plena. 

 

Ya cualquier hora es la hora en que estoy contigo, 

unido y lleno de ti. 

 

Ya estamos los dos con el mismo rostro, la misma almohada, 

la misma canción: 

y celebramos. 

 

Ya las horas se hacen una, contigo. 

 

Mi respirar es tu respirar, tus ojos son los míos, mi mente 

adivinada por ti, predicha por ti, enaltecida por ti. 

 

Ya los acentos no me hacen falta y las horas pasan quietas 

y las penas se aquietan, 

y los empalagos son tan grandes como la primera vez. 

 

Te amo. 

  

Salto de página 

…de regalos 

  

Dibújame como si fuera un viernes 

de tormenta. 

Dime si los azules y los magenta 

se llevan bien 

con el sonido del rayo. 

 

Bendíceme y aléjame de las rabietas. 

 

Invoca al Éter divino cuando me esté equivocando. 

Esto suele ocurrirme cada solsticio, 

y casi todos los días. 

 

Escúchame con gentileza: 

por lo general me equivoco 

con los adverbios, 

ah, y sobre todo con los gerundios: 

Ay, los gerundios. 

 

Espérame despacio hasta que den las doce 

citas cartesianas para que pueda decir: 

Sí. 

 

Cuando se trate de ofertas de fin de semana, 

cómprame un paraguas alado 

para salir al río, 

y llevar algo de cenar 

sin demasiadas calorías. 

 

Salto de página 

Cuatro años 

 

Cuatro años es mucho o poco. 

Cuatro años es el inicio y el fin. 

 

Te doy cuatro años para amar 

y cuatro para terminar un sueño. 

 

Tengo cuatro años para ti, 

y toda la vida  

para recordarte. 

 

 

Salto de página 

Palabras 

 

Son más cuando quieren decir algo breve y certero. 

 

Son más cuando no quieren decir una verdad inmensa. 

 

Son vehículo cuando se olvidan de ser palabras. 

 

Se convierten en luz, agonía, éxtasis y olvido. 

 

Se parecen al río que las inunda, 

al mar que las tranquiliza, al olvido que las enlaza. 

 

Dan señales de luz cuando te olvidan. 

 

Olvidan el mensaje y dan sentido. 

 

Olvidan sus significados cuando las miras. 

 

Darán sentido a la última aseveración, 

al respiro final. 

 

Salto de página 

La vida se empezó ella misma sola así… a acabar 

 

Me endiablaba la nariz, me sostenía el cigarro. 

 

Me sofocaban los poros y me atravesaba el iris y 

el pozo de los anhelos.  

 

Era incontrolable el virus 

de tanta alfombra pisada por el desgastado tiempo 

y la persistente ceniza de mis párpados,  

¡ay! 

  

Era demoniaco el estilete que esculpía la idea. 

 

Era tangente la insinuación planeada con malignos 

aires de inocencia. 

  

Le causaban brazos los laberintos de sus cejas 

enarcadas hasta el desafío: 

le llenaban las llagas 

los miles de insectos que se alejaban sedientos 

de más dolores rojos, verdes, amarillos pus. 

  

Cuando fue encontrado por el vestigio impío, 

la resurrección no esperó hasta verse convertida 

en crisálida. 

 

El tiempo esperó a que los ancianos 

tuvieran cinco lúcidos años. 

 

La vida se empezó, ella sola, 

a acabar 

 

Fue cuando moriste en ese instante  

de poco menos que un gatillo de metal fundido. 

  

El final vino a verter su mano suave 

sobre las últimas hojas que fueron devoradas 

por primera vez por ese minúsculo monstruo 

de eternidad.  

 

El pequeño ser había engendrado 

su maligno plan 

de lava pura 

 

El resultado que estaba ya previsto por ese infundado maestro de la nada. 

   

Lo adelgazaba tanta espera, se hizo un fenómeno de circo al no poder dominar sus apetitos de gloria. 

 

Se quedaba tan callado y le fueron negados 

tantos aplausos que ensordecieron el tribunal que finalmente 

lo conminó a ser soberanamente libre  

de tanta voraz, hermosa culpa. 

 

Salto de página 

Puma de pura lava aroma 

 

Estoy volcado, gracias al sol, en tu mirada 

y cambio cada instante los suspiros por tus besos. 

 

Voy como los pasos de un tigre tras tu sombra. 

Voy como los locos tras tu aroma feroz 

de tigre, de puma 

de pura lava  

aroma. 

 

Estoy atento a cada instante de tu eterno respirar. 

Estoy mirando cómo se dibujan tus pestañas negras 

boca abajo,  

estoy mirando tus pestañas. 

 

Voy pisando como las hormigas tus ojos de miel. 

 

Estoy mirando cómo se mezclan con la verde luz. 

 

Estoy feliz de ver tus ojos,  

tu mirada luz. 

Ojos de miel, sí. 

 

Estoy sobresaliente con tu mirada, brazos, cuerpo sobre verde luz. 

 

El pasto siempre luz al que integras con fuego tu mirada miel. 

Sí, miel. 

 

Tu mirada sobre hormigas guerreras… 

mientras pasa el colibrí. 

El colibrí, sí. 

 

Estoy sentado al lado mientras pasa el tiempo, 

mientras pasa el tiempo  

o se detiene sobre tus ojos topacio, 

sí, de miel. 

 

A ti que miras verde y agua, 

a mí que miro verde y miel. 

Sí. 

 

aliviar el alma 

 

aliviar el alma, 

para no volverse ciego. 

poder decirte que las olas son grandes 

… y el mar es otra cosa. 
 

Un verde con blanco 

en las paredes de la sala 

para descansar. 

 

Y darle al perro 

recetas de sabiduría y besos…  

en la panza. 
 

Un sentimiento cómplice. 

Y una mirada silenciosa 

llena de Esperanzas quietas. 
 

Un amor que nunca llega tarde 

se instala en la única recamara que tengo para ti: 

 

Nuestra enorme cita 

todos los días. 

 

Salto de página 

Parpadeo 

 

Estar al mismo tiempo aquí y en todos lados. 

Voltear la vista y descubrir que sigo siendo yo. 

 

El mismo instante es diverso y tú me dices... 

Tú me dices una vez más que no sabes qué ponerte. 

O me preguntas si te ves bien y yo te digo: 

Claro, como siempre. 

 

Estar al mismo tiempo aquí o por la noche. 

 

Aunque la noche sea de día o de tarde y me despierte por la madrugada o por la tarde y no sepa si es la mañana o la tarde de tantas horas que no sé para dónde van pero es la misma tarde o la misma mañana o las mismas horas en que tengo que darme prisa para llegar a donde siempre se me hace tarde y pasan cosas. 

 

Pasan cosas diversas en estas horas de aquí, de allá de todos lados. 

Pasan horas que son reportadas inmediatamente 

por los medios que no escucho. 

 

Pasan tiempos inmensos entre el sol y la noche que estamos decididos a iluminar con luz eléctrica. 

 

Pasan horas y las horas me piensan me levantan me inclinan a momentos de grandiosas salidas a espacios propios, a lugares míos, a momentos que creo para mí, para gozarlos y olvidarlos minuciosamente mientras me esfuerzo en tratar de recuperarlos y mantenerlos como si fueran tiempos reales. 

 

Tiempos en que el ruido es sometido a fuertes dosis 

de indiferencia sostenida. 

 

Tiempos en que esperaría que los ruidos se fueran, pero están ahí y lo más fácil es callarlos con la indiferencia. 

 

Los tiempos son míos y son de todos pero nadie se hace cargo, como nadie se hace cargo de lavar el mundo, de lavar el mar, de lavar el universo que todo los días amanece con la misma cara reluciente en espera de ser puro universo. 

 

Son tiempos muy ruidosos, no son tiempos medievales. 

 

La luz eléctrica lo inunda todo. 

La basura se mueve a ingentes botes que ignoramos. 

El espíritu se mueve a pesar de tanto ruido y de basura. 

 

Yo me sueño en una paz inmejorable. 

 

Yo desaparezco unos instantes, unas horas, pero bastarían unos meses de locura quieta, de voces apagadas, de electricidad callada para que pudiera observar de nuevo la luz de una vela en la oscuridad que nos llama, nos invita a disfrutar de una respiración pausada. Un goce por estar entre el oxígeno y la paz. Sin más deseo que mirar la luz, el aire que se detiene en el vuelo tenaz del colibrí, en el rojo quieto de un parpadeo lento, simple, interminable. 

 

 

 

Salto de página 

Jueves 

 

Otro jueves. 

Yo soy jueves. 

Vienen siempre 

siempre llega uno. 

 

Llevo meses 

conquistando 

los misterios 

de los días 

más resueltos. 

 

Me estremezco 

conquistando nuevos días, 

rescatando nuevos náufragos. 

Rescatando 

instantes, horas, días 

Abrazos, caudas, olas. 

 

Me vuelvo torpe, 

lo confieso 

tengo ganas de horadar  

el Horizonte. 

Es un sentir que vuelo cerca del tapiz 

que circunda el Universo. 

  

No despierto, 

me estremezco 

con tus olas, tu deseo, tu ser necio. 

 

Me torturas 

con tus alas 

de murciélago. 

 

Me mandas noticias de pez muerto. 

 

La única vez que revertiste el cosmos 

fue cuando estuvimos cerca del abismo. 

 

Me encontraba esa vez como es costumbre con gripe, 

con dolor de panza, 

con artritis 

prematura. 

 

Me enloqueces, 

me das nauseas, 

me sofocas. 

 

Y sin embargo tengo frío. 

Frío por no caminar  

como es debido. 

Con las alas largas, 

con la cara limpia, 

con las tripas lavadas  

y la cabeza simple. 

Simple como un alfiler afeitado. 

Con las convulsiones de un muerto que ya no espera nada. 

  

Soy la espera, 

soy tu llama. 

 

Soy tu espera, 

soy tu espada. 

 

Me enloquece no saber cuándo terminará este jueves. 

Este jueves que son tantos y son el mismo, mismo, 

mismo, mismo, mismo jueves. 

 

Solo espera. 

Solo nada. 

Nada. 

 

NADA. 

 

Salto de página 

Te vas 

 

Nombrarte es terminar contigo. 

 

En el momento en que te observo: 

Te vas. 

 

Eres el instante, 

la situación perfecta, 

y desapareces. 

 

Nombrarte 

es expulsarte del mundo. 

 

Tan frágil eres 

que no aceptas 

mi mirada: 

Te vas. 

 

Nombrarte es un prodigio. 

 

Te construyes, 

 

Te construyo, 

pero cuando logro verte apenas, 

vislumbrarte… 

Te vas. 

Siempre te vas. 

 

Es una maldición, 

Es un destino, 

 

 

Te doy una palabra 

de saludo, 

bienvenida 

Te vas. 

 

es:  un suspiro. 

 

  

Salto de página 

Deseo virtual 

 

La hora de tus labios llega al amanecer de tus gestos de gato. 

 

Los movimientos de tu lengua feroz se entregan en esa mirada 

de pestañas cuidadosamente ingenuas. 

 

Las comisuras de tus ojos  

son radiantes caudas de cometas que amenazan al sol. 

 

Tu cara es un compás que abre horizontes  

de catedrales de besos. 

 

Mis labios se sonrojan cuando esperan  

alcanzar  

tu encendida ilusión. 

 

Te miro y no concibo  

tanta inocencia premeditada. 

 

Eres un tormento  

en lejanía. 

 

 

Salto de página 

…dije eso 

 

con mi sombra por ser frágil. 

con la astucia por ser breve. 

de mi vida por ser santo. 

de los mares. 

...con las olas. 

las almohadas. 

hacia el abismo. 

postergar mi muerte. 

y mi olvido. 

 

 de mi hurgar entre fantasmas. 

las mismas, mismas horas. 

 

 

caminos equivocados. 

nuevos sitios 

deambular entre tinieblas. 

 al viento delicada 

 

… y regreso 

 

…solo las tiernas voces del deseo 

se asoman en la expectación del viaje. 

 

…los horizontes son  

el texto final. 

 

Salto de página 

En el aire 

 

sin habla el palpitar de alas eleva el tiempo lo inasible de su rostro me conmueve y sus alas de nuevo me sostiene me enervan sus tus miles de nuevos aires me llevan a sueños lentos me conmueves me sacudes traspasas el tiempo te detiene la imagen te devora el silencio me llevas no regreso se eleva el instante no rodeas el aire el aire eres tú y nunca supiste la clase de ave en que renaciste para el infinito eres el aire 

 

el movimiento y la belleza 

 

 

Salto de página 

Guardar búsqueda 

 

Estuve buscando tanta información 

 

relativa a otros 

 

y me encontré conmigo. 

 

 

 

 

 

 

Salto de página 

El especialista 

 

Encendió su laptop. 

 

La Red funcionaba 

como tantas veces. 

 

Los horizontes 

aguardaban su turno. 

 

Seguían en su lugar 

las risas, los rencores 

y los inevitables 

próximos pagos. 

 

Los refrigeradores, 

casi todos, 

repletos de viandas 

inútiles. 

  

¿Está Seguro 

que desea desinstalar 

este Universo? 

 

(Aceptar) 

(Cancelar)… 

 

En 45 segundos 

terminó todo. 

(Casi todo) 

 

Iluso pensó: 

¿Restaurar? 

 

No 

Es imposible. 

Salto de página 

Referente al O 

 

El atentado... 

 

¿El de hace mucho tiempo? 

 

No, el de ayer. 

 

Siempre es el mismo, 

como el Río. 

 

Dices Orinoco 

 

¿El Río? 

 

¿Hay otro? 

  

Hubo otro. 

 

¿Otro? 

 

Pero no era el Río. 

 

Nunca es el Río. 

 

Era, sucedía en el Río. 

 

Nunca es el Río. 

 

El Río 

 

ES. 

 

Orinoco... 

 

Pero no es el Orinoco. 

 

Nunca lo es. 

 

¡El ORINOCO! 

 

... 

 

Casi el Orinoco, 

pero todo lo demás 

son palabras. 

 

¿Y El Atentado? 

 

¿El de ayer? 

 

No: EL ATENTADO. 

 

Ah, el mismo, 

es el de siempre: 

 

Casi... el atentado. 

 

Salto de página 

Con sabor a piano 

 

Con olor a sol. 

Con sabor a tiempo. 

Con olor a espera. 

 

Las horas de la ola. 

Los gritos del espacio. 

Las huellas del sonido. 

Los errores del rojo. 

 

Aroma de fractura. 

Kilómetros de incienso. 

Lagos de incertidumbre. 

Toneladas de blancura. 

Salto de página 

Qué sería  

 

Qué sería semilla, 

qué sería espera, 

qué sería roble, 

qué sería enojo… 

rayo menor, espanto, instante, 

lápida, océano, desencuentro, nube, 

alfiler 

  

Una sorpresa, 

un respiro. 

  

La razón… la entrega abismal o la locura. 

El sueño… la brisa de un aullido… 

  

¿Qué hay detrás de una pared sin sueño? 

¿Qué se puede lograr con un cúmulo de nubes? 

¿Cómo se puede explicar la poesía? 

  

Un soltar las… 

Un apretar los… 

Un irse lejos hasta… 

Beber de un planeta los… 

Aumentar las maneras de… 

Reflejarse en la…. 

Verter un poco de… 

Contraer los… 

Amenazar al mundo con…. 

Extirpar las montañas del… 

Lacerar los… 

Destruir las… 

Descubrir una… 

Un verbo que se niega a… 

Un sustantivo que… 

Un adjetivo que nunca… nunca… 

Las palabras son sobre todo… 

Eso y más son las… 

  

Y el silencio siempre llega 

…al final. 

Salto de página 

El Origen 

 

Arde ayer 

y no sabemos 

la razón de la existencia de Hoy. 

 

Pensamos que hay una vocación divina 

pero la única noticia 

es 

 

Nada. 

 

  

  

  

  

Salto de página 

Muerte 

 

Día fugaz: 

Espero su llegada. 

Ah… ahí está. 

 

  

  

 

 

Salto de página 

Fugaz 
 

Quiere ser un incendio. 

 

Se desvanece 

 

El recuerdo. 

Salto de página 

Nueva etapa 

 

Desato las amarraduras, 

las de orín y fierro viejo. 

 

Las olvido 

o las tiro a la basura. 

trastos inservibles. 

 

Y claro, algunos insectos salen a la luz y 

protestan. 

 

Los ignoro. 

 

Nueva etapa. 

 

Me voy a la cama con mis nuevos amores, 

duermo sin sobresaltos. 

 

Salto de página 

Cometí las mismas fechas 

 

Visité los sitios conocidos, 

cometí las mismas fechas, 

los detalles revivían como con agua. 

 

Los mismos rostros se agolpaban, 

se mezclaban, surgían nuevos, 

distintos: 

los mismos, pero otros. 

 

Los pasos, los pasos: 

eran como papeles amarillos. 

 

Los nombres, los nombres: 

eran los mismos, 

pero se quedaban quietos, 

a la espera de ser llamados 

una vez más. 

 

Y las horas eran muchas, 

esperarían 

aTentas. 

 

Se desconocían a sí mismas, 

se creían las mismas, 

pero habían llegado a una fotografía sin picaporte y sin ventana. 

 

Eran las mismas horas y eran otras. 

 

La noche llegó más tarde. 

 

Caminaré por esos huecos, 

estallaré en palabras, 

continuaré las repeticiones, 

regurgitaré mis entrañas: 

seguiré sin entender los misterios. 

 

Viejos goznes, 

salados botes, 

viejos odres 

revientan. 

 

El corazón de pan surge amoroso con sus huellas crujientes. 

 

La telaraña se desvanece, 

el tiempo se disloca: 

eres tú entre tanta vejez y tanto olvido,  

eres tú renovado. 

Salto de página 

una luz verde en… 

 

una luz verde en… 

dar un giro hacia… 

cruzar el límite de… 

revertir el… 

besar a… 

entrar a la… 

sentir su… 

 

caminar por esa… 

escuchar su… 

apagar su… 

 

imaginar lo que… 

antes de esperar a… 

antes de sentir que… 

 

Y encontrarse con el olor a…. 

Y saber que nada era como… 

Y atreverse a… 

Y enojarse porque como siempre que… 

 

Ya nada era lo mismo y sin embargo me… 

 

Las mismas, las mismas ganas de… 

Sentía ese deseo de… 

Era un mismo y febril intento de… 

 

Así era siempre que… 

Y sin embargo no era su… 

Era quizá también su… 

 

Yo le decía que… 

Y me contestaba con palabras semejantes a… 

Era todo tan… 

Ahora todo es tan… 

 

Me pregunto si… 

Me siento como si… 

Y… 

 

Y la verdad es que sí. 

Lo acepto, y estoy tranquilo. 

 

Sin embargo... 

Yo habría preferido que… 

Pero la vida siempre es tan… 

Así es. 

 

A veces, después de haber tenido tantos momentos de… 

Me pregunto si… 

Pero las cosas son… 

 

Y no es que uno no haya querido… 

No. Eso nunca. 

 

Eso es demasiado pedir. 

Es como un enigma que no podemos… 

Y con todo, ya se sabe…. 

 

 

Hay que hacer lo que… 

Y así siempre uno estará… 

 

 

Así es. 

Salto de página 

De soles entrelazados... 

 

Con la sonrisa a cuestas, 

o solo a medias. 

Con la vida que te cargas 

o llevas. 

 

Con silencios lúgubres 

o solo ese ademán, 

el mismo de hace tantos años. 

 

Y es un preguntar 

a ciegas... 

Y son las mejores, 

a veces, 

son las mejores 

preguntas. 

 

Te entregas en cada desafío 

o enloqueces de furia a los que te buscan 

a tientas. 

 

Enfureces por tanta estupidez 

o das gracias a Dios por estar tan 

entre las letras y círculos 

concéntricos o periféricos… 

y otros más que no se ven, 

no se divulgan. 

 

Estás harto de tanto ruido 

y por eso ni contestas, 

ni asomas 

las antenas: 

para qué. 

 

El Tiempo que te quitan es tiempo tuyo, 

de lúcido expectante. 

Expectante de qué, 

dirán. 

 

De tantas tierras amadas antes de tiempo: 

Paraísos equívocos, 

Soles dobles, quimeras, 

 

Fantasías de locura. 

Hombres niebla, 

mujeres fábula, 

paisajes musgo, 

soles entrelazados... 

 

Mi locura es mía y tuya. 

Mi locura no tiene vasos comunicantes. 

Y es por eso que no te veo, 

pero te añoro. 

Y al esperarte sé que estás ahí, 

en el lugar sereno, 

muy cerca del que yo toco con mis manos de arena 

y agua fría, 

y peces que ya no vuelan, 

reposan, esperan. 

 

Te espero en un canal de tiempo que se abre 

cada vez que tú piensas en mí y yo en ti. 

Nos conocemos ahí y decimos: 

ah, qué coincidencia, 

yo también estaba pensado en ti: 

Cómo te va, mi amor, 

¿mañana nos vemos? 

¿Mañana comemos? 

 

 

Decirte que te amo es redundante, 

te amo 

ya lo sabes. 

Salto de página 

De H y B 

 

El poema se deja llevar 

como nuestro andar, 

tu caminar, el mío. 

Como el caballo, con tus deseos; 

con tus imágenes, con las mías, 

con tus deseos, con los míos. 

Atando cabos, vamos,  

con lo que aparece, 

lo que se parece,  

lo que te sorprende  

y me sorprende. 

 

Las palabras se reúnen 

gracias a tu hermosa presencia, se reúnen 

hermosas por tu presencia, gracias. 

 

Es, eres tú; eres tú.  

Eres, tú eres. 

Y yo contigo. 

 

Es tu respiración, es el movimiento que creas 

con tan solo respirar. 

Es el suspiro que emanas, 

Y el que me haces emanar. 

Es el rehilete de un niño, 

es un segundo, el resultado de un susurro. 

La propagación del anhelo, 

los segundos en que te tocaba. 

La espera de tus años: 

los mismos y conocidos lugares en que estábamos 

creando. 

 

Era azul el sueño, 

éramos una semilla, dos tigres 

tendidos en un segundo. 

tigres sin tiempo. 

Fue el momento, 

Es el recuerdo. 

Salto de página 

Hoy quiero ser cursi 

 

Hoy quiero ser cursi y mirar tu boca, 

el cielo de tus labios, la sonrisa de tus ojos. 

Quiero pasar mi lengua por tus párpados, 

pasar mi tiempo por tu tiempo, 

pasar mi cuerpo por tus manos, 

mis manos por tu cercanía, 

mi aliento por tu espera, 

mi espera por tu cuerpo abierto. 

Esta vez me toca a mí ser tuyo, 

ser tu objeto dúctil, tu dulce, 

tu agridulce, tu luz eléctrica, 

tu alegría, tu sorpresa esperada, 

tus deseos satisfechos. 

Soy tuyo. 

Esta vez voy alado contigo 

en un vuelo 

a través del más azul suspiro: 

 

Te dije que iba a ser cursi. 

 

Y más, debo contactar mi mano con tu mano 

en nuestro vuelo. 

Tu entusiasmo y el mío, 

mi alegría y la tuya en nuestro 

vuelo de pegasos entre planetas, 

entre luces silenciosas, 

en el espacio ideal, 

el que escogemos 

para nuestra película favorita, 

la nuestra. 

Nuestra respiración es la misma, 

los latidos de tu corazón son cada vez más 

veloces y los míos cada vez más intensos. 

Nos vamos 

juntos, 

nos venimos. 

Qué importa ser cursis si somos 

tan plenos. 

Salto de página 

Éste soy yo, éste que ves 

 

Éste soy yo, éste que ves, 

dijiste. 

 

Soy yo, soy para ti, soy yo, 

con mi cuerpo entero: Tú, 

hermoso joven tierno: 

soy yo, soy para ti, por hoy, 

quizá para mañana, 

con toda tu tibieza, tu ser, 

soy de tus brazos, de tu abrazo, 

de tu respiración y tu feliz entrega, 

mis besos, los tuyos, 

tú, yo, indescifrables, 

mezclados, uno solo, 

nuestros cuerpos se anhelan, 

se descubren, se asombran, 

se sumergen en la tina 

suave, llena de promesas 

y recompensas sin fin. 

 

Eres un latido honesto, eres, soy, 

tu más anhelada fantasía. 

Soy tuyo, eres mío, 

somos, 

por hoy, estoy contigo, 

estás conmigo, de mi parte, 

eres tú también de mí, y yo soy tuyo, 

hoy, 

quizá mañana, lo deseo. 

 

Me mezo entre mis brazos, entre 

tus brazos 

de hombre que me acuna, 

de hombre que me acunas; 

te mezo, nos mecemos: 

niño también, de muchos años; 

niño también, conmigo, contigo, 

yo, tú. La música, el ritmo y el poema, 

y un ir y venir de risas y cálidos abrazos, 

y besos, y caricias, y respiración 

entrecortada, y aves verdes, 

y risas, 

y corazón de vuelo libre el tuyo, 

y voces regocijadas por el viento 

ligero de tu risa. 

 

Yo, tú. Nosotros entrelazados, 

somos tú y yo, nosotros, 

amándonos sin pudor, por la mañana, 

todo el día, con nuestros cuerpos juntos. 

 

Tú, yo: es hermoso recordarlo, 

fue tan hermoso estar contigo: 

 

Ayer, hoy, mañana: Tú. 

 

 

 

Salto de página 

Chuchito 

 

Un intento denodado de violencia, 

lejos de ti, Chucho, aunque a veces 

te sale lo inhumano. 

 

Quisiera ser tú, cuando me miras 

anhelante. 

Quisiera ser tú, cuando alborozas 

el mundo 

si ella te besa los ojos, 

si te lame el bajo vientre. 

 

Cuántos secretos guardados en tu torpe 

alegría, cuántos datos inesperados 

llegarían de tu enorme, inusitada espera 

por mí, siempre por mí, por nadie más. 

 

Te cuento mis secretos más profundos, 

me miras sin pudor en mis más íntimos, 

impúdicos deseos. 

 

No tienes sino remordimientos si te veo, 

si te grito, si te aviso que es la última vez 

que soporto tus torpezas, Chucho. 

 

Quién como tú con tus simples sueños 

y tus sueños simples, de persecución, 

de rastros insondables, de olores 

prodigiosos. 

Quién como tú y tu amor sin límites 

por mí, por Arenita, por un plato 

lleno de suculentas sorpresas. 

 

Quisiera ser perro, como tú, Chucho, 

quisiera ser perro bien cuidado como tú. 

 

Y aunque no sabes leer, sí que sabes escuchar, 

tu colita de rehilete se emociona 

y yo también, al ver tus ojos limpios, 

brillantes, de perro feliz. 

Salto de página 

Despedida 

 

Cuántas maletas. 

 

La mirada última, 

atrás. 

 

La última mirada 

se adivina, 

un gesto es la señal, 

 

Sus pasos avanzaron 

sin mi cuerpo, 

sin el suyo. 

 

El adiós 

no tuvo aplausos. 

 

A veces estás tú, 

frente a mi cama,  

pero no eres tú, 

y eres tú: 

 

Desapareces. 

 

Salto de página 

Cuerpo 

 

Urgente mi cuerpo exige: 

 

Acaba, 

muerde, 

corta, 

quita. 

 

Las demandas siguen. 

 

Dame más de tu 

interno ser, 

dame más 

y te daré 

mi abrazo, 

mi arrebato. 

 

 

Mi cuerpo: 

tan distinto 

a mí. 

 

 

Salto de página 

Sutil 

 

Cuando tomo de su boca, 

acomodo para el máximo placer 

la comisura 

de mis labios. 

 

 

Cuando estoy a punto 

de decirle que no hay problema 

la satisfacción 

de un cometa 

llega 

de repente 

 

Estalla. 

 

 

Cuando las horas se deslizan 

en su bajo vientre 

me vienen 

ideas aritméticas. 

 

Cuando lo beso 

escucho 

incalculables. 

cantantes 

no nombrados 

 

todavía. 

 

 

Salto de página 

Resbalo por mi tarde 

 

Resbalo por mi tarde, 

por tus veinte inocencias, 

por tus nuevas emociones, 

por mis veinte pesadillas 

conocidas. 

 

Camino por tus noches: 

sonámbulo. 

 

Saludo 

el insomnio 

en que  

nos 

reunimos 

sin 

saberlo. 

Salto de página 

Dioses 

 

dioses del laberinto de Padua  

dioses antiguos  

cercanos al temblor de las horas  

contiguos  

lúbricos  

cómicos  

alternos  

de la gran tempestad  

momificados  

extintos  

de la gran libertad de cátedra  

azules  

del ocaso  

del infierno  

del silencio  

de la amargura  

de las torturas  

de los encuentros  

de los desagradecidos  

 

dioses en las tumbas  

dioses en los pasos a desnivel  

dioses de los perros  

dioses convulsos  

sin carne  

dioses de espíritu  

detenidos  

perversos  

asexuados  

dioses que caminan 

 

…dioses mudos 

Salto de página 

Ellos, los amantes 

 

Se miran los cuerpos 

por la mañana, 

durante el desayuno. 

 

Comparten 

las horas,  

el sonido 

de los cubiertos, 

los enojos, 

la acumulación 

de ansiedades 

de uno y otro 

lados. 

 

Se enojan, 

pero se callan. 

Se miran, 

se insinúan, 

están al tanto 

y no 

—ya se sabe…  

tanto. 

 

Nunca se entienden 

del todo. 

 

Ellos, —tan nosotros 

se miran, 

vacilan, 

se adoran, 

se dejan, 

se escupen, 

regresan, 

se besan. 

 

Se dejan porque se aman, 

se aman. 

 

Entrelazan sus piernas, 

—entrelazamos nuestras piernas 

sus brazos, 

nuestros brazos 

sin pensar.  

 

A veces ellos, 

—nosotros 

quieren irse 

no sé a dónde 

solos. 

 

Se hacen pedazos, 

pedazos. 

 

Se olvidan 

De los cuerpos, 

por la mañana, 

por la tarde. 

 

Se reencuentran 

—ya sabemos. 

 

Duermen desnudos, 

desnudos. 

Es la noche. 

Sus brazos, 

sus piernas, 

sus caricias. 

Duermen. 

Se olvidan. 

Sueñan: 

con otros cuerpos, 

brazos, 

piernas... 

 

Despiertan, 

Se despiden, 

se besan. 

Piensan que se aman. 

 

Se aman 

—nos amamos. 

  

Salto de página 

De Liverpool 

 

Escuchaba Penny Lane 

y un dulce de mango y ciruela 

siempre la sorprendía, 

pero ella no sabía  

que no sabía. 

 

Se asomaba con la cara roja. 

Se servía unas copas 

con sus manitas de Chanel 

número Cinco. 

 

Se mordía las ganas 

de silbarle al policía 

barbudo 

de sus sueños  

de adolescente 

lujuriosa 

 

Se diría que tiene mucha suerte rara 

porque anda dando saltos por la vida 

fácil  

y no quiere  

saber 

nada 

de epitafios  

ni compañías 

-sanas o no- 

que la vuelvan loca. 

 

Un misterio de columpio vino a su 

cabeza  

de trapecio incómodo 

-todo de repente. 

 

La vida se le vino encima  

y también la edad. 

 

Tantos años, 

tantas gotas de  

perfume. 

 

Nació en Liverpool  

y todavía escucha  

Penny Lane y otras viejas  

canciones de cereza 

y miel. 

Salto de página 

 

…de animal fogata 

 

Un cuerpo que reposa 

y late 

gentil, 

un cuerpo puro. 

 

Una mirada 

de perfume lento 

de dolor a solas, 

de entrega 

generosa. 

 

Una mirada 

sorprendida, 

arrebatada 

por la risa. 

 

Mirada 

de animal fogata, 

de labio suave. 

 

Mirada 

de apacible 

estar. 

 

Te quiero, 

ya lo sabes. 

Salto de página 

Ellos 

 

¿Qué hacen ellos? 

¿cuando llega la noche, qué hacen? 

 

Yo sueño con tu sueño, con maletas. 

Nos vamos, con maletas, 

nos vamos, con maletas. 

 

A una playa 

desierta. 

 

Nos besamos. 

 

¿Qué hacen ellos? 

 

Cuando llega la noche no dormimos. 

Cuando llega la noche, 

a veces, nos dormimos. 

Cuando llega la noche, 

a veces, no dormimos. 

 

Ellos ignoran el sueño, nos ignoran. 

Yo no recuerdo el sueño de mañana: 

 

El de una rara foca, una ventana, 

un tren, una escalera, 

una calle, un edificio, 

un adiós, una maleta, 

unos papeles. Mi ropa 

limpia, mis recuerdos de niño, 

mis pantalones sucios, 

mis alimentos de mañana. 

 

¿Ellos qué sueñan? 

 

Los miro entre cerrojos, 

tienen dientes filosos. 

 

Son noticias raras 

en el mapa de mañana. 

No se duermen. 

Viven con los ojos desnudos, 

con los ojos rotos, 

no de cristal, 

son ojos muertos, 

alterados,  

ojos asesinos.  

 

Sus ojos, sus miradas, sus deseos 

matan, aniquilan. 

 

Mis sueños insisten: 

Trenes, barcos, 

Vuelos, nubes. 

 

Los sueños míos son los sueños míos... 

Sueño contigo, 

 

Contigo en cada sueño, en cada vuelo. 

 

Mis alas van contigo. Recupero el aliento 

En cada vuelo de ti, 

En cada vuelo. 

 

Tú eres mi sueño. 

Lo demás es lo demás. 

 

Los sueños de otros son noticias 

de cadáveres, de inciertos porvenires, 

de violencia, de sangre. 

 

Sueño con vos, mi amor, 

sueño con vos, con el amor enorme 

que me hace despertar cada mañana 

sin ellos y contigo.  

 

 

 

 

 

 

Salto de páginaUn ángel conocido me escribió un poema esta mañana 

 

Cualquier revelación es inútil. 

Los latidos de mi corazón son ignorados. 

Cómo escribir, sin pausa, sin lamentos, sin olvido. 

Mi voz se esconde como cada tarde cuando las batallas se han cumplido. 

Los tallos de una flor tienen deseos impensables de surgir alados 

como un ángel que no encuentra ni su casco ni sus alas. 

 

No hay corazón, no hay búsqueda, no hay miserables sentimientos torturados. 

No hay masacre, no hay muerte, ni excesivos devaneos. 

Mis alas de mortal se esconden en tu esfera ardiente. 

Mis Ángeles de hoy, atribulados, 

no dan noticias de verdades 

absolutas. 

 

Soy una voz que busca el cielo de tu vida, 

soy un Ángel que espera a ser llamado. 

 

Soy un mortal que se niega a ser Condena, 

soy yo, soy Ángel torturado en esta Tierra. 

 

Ya no más quiero de este mundo, ya no más. 

Ya no más quiero, 

ya no más. 

 

Esta tierra atribulada de cadáveres inciertos 

es tiniebla sin fin. 

 

En esta codiciosa fábula mal contada, mal dispuesta, 

me surge a veces la voz, furiosa 

o me quedo mudo 

sin encontrar sentido 

alguno. 

 

Me iría, pero espero 

espero, 

espero el fin, 

el fin que nunca llega. 

 

Nunca llega. 

Salto de página 

Luz: Tú 

 

Es un estado de ánima 

de ánima. 

 

Es un estado de cuerpo 

de cuerpo. 

 

Es mi necedad, 

eres tú. 

 

Me duele el espíritu, 

me dueles tú. 

 

Mi esperanza grita, 

grito Yo 

 

Mi cuerpo se despierta. 

Mi cuerpo soy. 

Yo. 

 

Mi cuerpo grita. 

Mi cuerpo no eres tú. 

Mi cuerpo, mi vida, tú. 

 

Siempre mi cuerpo, siempre yo 

y a veces tú. 

El dolor de mi desesperanza no eres tú. 

 

Mis esperanzas son ciegas, como es habitual. 

 

La luz eres tú. 

Tú eres real,  

siempre has sido 

tú. 

 

 

 

 

 

Salto de página 

Saturno estalla 

 

Viajo en metro, más allá de cualquier estación. 

En el elevador, un hombre desnudo. 

En el piso, niños y alacranes blancos alados. 

 

Me sostengo en el aire. 

 

Una locomotora sale, humeante, del fondo del mar. 

 

Me baño con la ropa puesta. 

 

Un conejo empolla un huevo. 

 

Mi espalda toca el techo, 

lo observo todo:  

floto. 

 

Entre los invitados a una fiesta: 

¡El mismísimo Rey de Inglaterra! 

 

Un enorme avión se detiene en el aire: 

Se parte en dos pedazos; 

cae. 

Todos hablan del suceso con entusiasmo. 

 

A rellenar los cadáveres con flores. 

Muertos felices. 

 

Monto a caballo. 

 

En letras grandes: 

ETIOPÍA 

Letras de sueño. 

 

Sueño. 

 

Salto de página 

Encuentro 

 

No busqué en los detalles: 

solo vi lo que quise ver. 

La imagen amada se puso en ti. 

Mi anhelo, mi recuerdo, mi fantasía, 

mi obsesión, mis múltiples miradas, 

mis deseos diversos, 

se pusieron en ti. 

 

Cuando te besaba, 

pensaba en otro rostro. 

 

Sumergido, me encontré con tu cuerpo. 

 

Tu cuerpo en mi respiración ilimitada. 

 

Pensaba en alguien más: 

Eras la Otra imagen. 

 

Eras tú, 

pero eras otro cuerpo. 

Eras el instante. 

 

El mensaje me llegaba apenas, 

eras otro ser, 

y eras el cuerpo que deseaba. 

 

No eras el cuerpo que sentía, 

eras otro cuerpo que no estaba, 

y era todo perfecto. 

 

Fuiste la fantasía realizada. 

Sonreías. 

Sabías. 

 

Lo sabías. 

Me llevaste muy lejos. 

Me encontré con mi deseo. 

Ángel tú: 

Mi hermoso 

Encuentro. 

Salto de páginaMe dejas 

 

Sin tu mirada 

Con tu mirada 

Con tus ojos 

Sin tus ojos 

Con tu olor 

Sin tu olor 

Con mi deseo 

Sin tu deseo 

Con tus labios 

Sin mis labios 

 

Con tu mirada al allá 

Con mi mirada a ti 

Con tu cabello 

Con mi sonrisa 

 

Con tus diecinueve 

Con mi alegría 

Con mis anhelos 

Con tus deseos 

Con tu belleza 

Con mi deseo 

 

 

 

Tu lejana actitud 

Tu mirada al infinito 

Tu encuentro con el infinito 

Acaba 

En el preciso lugar 

Donde 

Estamos y estaremos 

 

Siempre 

 

 

 

 

 

Salto de página 

Fotografiar al toro 

 

 

Detenerse. 

Tomar al toro 

con mis ojos, 

detener el vértigo, 

detener al toro, 

fotografiar al toro, 

tomarlo en su ceguera,  

mientras bufa. 

 

 

Corre, 

viene hacia mí 

y lo detengo, 

con un parpadeo 

cancelo el vértigo: 

a la luz invito. 

 

Miro mi ser interior, 

me escucho: 

el silencio llega, 

la paz, la luz, 

el instante detenido. 

 

El silencio incluye todos 

los ruidos, 

detiene el vértigo, 

estoy cerca del ruido, 

pero ya no lo escucho, 

llega la paz,  

llega la luz 

 

El silencio  

al fin. 

Salto de página 

Aldebarán 

 

Aldebarán es,  

a veces,  

una estrella 

y,  

a veces: 

Es un puñado de equivocaciones. 

Un barco. 

Una conspiración. 

Un discurso. 

Un amasijo de torpes elucubraciones. 

Una luz. 

Un signo. 

 

Es solamente una palabra. 

 

Salto de página 

Otra casa 

 

Nuevos colores en el piso. 

Las líneas de mi mano 

han formado nuevos capítulos. 

 

Las dimensiones de la casa  

ya no son 

las mismas. 

 

Se han abierto nuevos túneles, 

nuevos pasillos, 

otras habitaciones, 

¿Quién vive aquí cuando yo no estoy? 

A qué calles dan esas ventanas. 

 

Nuevos colores  

en las paredes,  

otros cuadros,  

otras puertas.  

 

Torpe,  

empujé la puerta 

 de madera fina.  

 

Vislumbré su saludo.  

Un gesto  

de alguna manera  

conocido.  

 

Mis pasos avanzaron 

Firmes. 

Fue la primera  

de innumerables batallas. 

Salto de página 

Para tu piel 

 

Para tu piel: 

alado mío, 

tuyo despierto. 

Aliado tuyo, 

despierto al lado tuyo. 

 

Despierto alado yo también. 

 

Para ti, 

para encontrarte, 

para mirarte, 

para besarte. 

 

Para tu piel es mi boca, 

para tu piel mi fascinación, 

para tu piel mis días, 

mis noches, 

nuestras noches y días, 

nuestros somos. 

 

Mío despiertas, 

tuyo soy. 

Salto de página 

Vía látex 

 

Cuna de látex, 

mi membrana tiembla. 

 

Suelta la carne, 

tapa el orificio que coagula el semen. 

 

Esculpe ahora 

con un fino bisturí. 

 

Mundo de látex, 

las palabras salen del hueco más profundo. 

 

Aquí todos tienen hambre, 

aunque nadie tiene tiempo. 

 

El lugar está abierto para que la imaginación llegue 

y nos toque por detrás de la cabeza. 

 

La infinidad de lámparas me agobia 

me aflige un ojo, me inyecta. 

 

Y la Muerte dice: 

 

¿Quién te cuidará, 

Ángel que nombras cada estrella con un nombre equivocado? 

Abre tus alas, pequeño, soy pecadora 

y me voy a involucrar contigo. 

Dame una gota de tu más interna tibieza. 

Haré que rías, 

te llevaré a un estanque, 

dulce tumba para ti, 

futuro pez alado que volarás conmigo donde quieras. 

 

Y luz 

la Vía Látex. 

Salto de página 

 

El momento más íntimo 

 

Es hora de olvidar, de estar a solas 

conmigo, 

es la hora del sueño. 

Salto de página 

El tiempo 

 

El pasado opera de maneras extrañas; 

el presente es todavía más misterioso. 

Salto de página 

 

Decisión  

 

Frente al espejo sonrío.  

“¿Soy de la misma materia de los sueños?”. 

 

Mi cara es la misma 

 y no es la misma.  

Soy el rastrillo.  

Soy el movimiento.  

¿Mi rostro es mío?  

 

¿Y qué haré para salir?  

 

No te verán, no te verán. 

 

Eres una calavera.  

Salto de página 

...de movimiento azul 

 

 

y verde 

 

y                                                   luminoso. 

 

He aquí                       el Pez                  el Hombre            el Cuerpo              la Piel 

 

el                                                                                                                          MOVIMIENTO. 

Salto de página 

Derriterios 

 

Carne dispuesta a la llama, a la ceniza. 

Carne hinchada de humores 

Va a reventar. 

 

Y listo a quitarte el tenue pellejo, 

yo también me desenfundo. 

 

Y me da fuerte. 

Y me llevo la cabaña al comedor. 

 

Y como una sandía que se escapa sin querer dejar huella 

de su carne roja, 

nos hacemos derriterios 

 

¡Y cómo arde! 

Salto de página 

En tercera 

 

Ellas desearían ser sabías. 

Ellos quieren ser distinguidos. 

Él quiere salir en el periódico 

y tener buena conciencia. 

Ellas sueñan con un guía, 

nosotros teníamos uno. 

Él no quiere ser identificado. 

Yo tengo un miedo mórbido a volverme ciego. 

Ellos tienen lúbricas elucubraciones 

todo el tiempo. 

Ella se quiere morir. 

Él está muerto. 

Salto de página 

Griegos 

 

El viaje ha terminado y 

los desechos son desiguales. 

 

Sin entender el modo 

comenzamos a sentir un nuevo pantalón entre las piernas. 

 

Nada más amable que una tertulia sin causa. 

 

Mis amigos están dormidos a mi lado. 

 

Los griegos 

ya no son capaces de sobrevivir. 

Salto de página 

50 OBSCENIDADES 50 

 

1243 razones para esquivar y para robar 

a las mismas esqueléticas turbas 

 

Las 243. 

 

5000 veces mierda comme il faut. 

300 parejas acosadas con vitriolo. 

También, gas letal para algunos. 

 

20 verrugas hinchadas y 2 más 

en la piel ajena. 

 

Servirían 302 agujas para 50 vergas 50. 

 

Y si no se permitiera una calvicie torpe, 

me gustaría arrancarte el pellejo 

con espátulas, 

tijeras, 

corta uñas, 

50 centímetros de hilo 

dental 

y una gota de cianuro. 

Salto de página 

Arde 

 

Arde tímido, 

ciego sin ira, 

que te asaltan las rameras 

 

—y cada limosnero 

 

Te piden emociones mínimas 

los incrustados babeantes, 

los prisioneros de ciudad mancha 

la segregación del amasijo, 

el cochambre, 

el sebo, 

la carne dura, 

sin esperanza 

sin sabor, 

sin savia. 

 

Arde. 

Salto de página 

La barda 

 

Ufanos días de certezas adolescentes, 

días de tardes líquidas, 

en todas direcciones 

se detenían 

complacientes 

como si fuera una costumbre. 

 

La colosal antena de emociones 

cambió de ruta. 

 

Nos fuimos todos 

sin pensar en el último precipicio, 

en el último salto. 

 

Ellos saltaron. 

Salto de página 

El aviador experto se queda atrás 

 

Algunos vapores me trastornan: 

La voluntariosa selva pálida 

converge en su altura medieval, 

se estira, elevación difuminada. 

 

La espera salta; 

dominan las siluetas: 

es un instante de luz. 

 

Distinguidos locos 

de mareados horizontes 

explican a las Ostras 

la disponibilidad del viento. 

 

Emisarios 

de la vida ligera, 

magra y especulativa, 

se aletargan. 

 

Meridianos que alguna vez 

se entretuvieron en abortar 

el viaje, 

se embrollan. 

 

Es la embarcación lodosa, 

la botella sincopada 

de lama emputecida. 

 

Es el Cielo convertido 

en colmenas rebosantes 

de cangrejos 

gelatinosos. 

 

El aviador experto se queda atrás. 

Salto de página 

Oración uno 

 

Altar de ramas, 

vamos a coronar las sombras. 

 

Tareas difíciles nos esperan 

en los infiernos postergados. 

 

Son: 

el síncope de tordos, las mujeres fábula, las regiones niebla, 

el cáncer del cielo. 

Salto de página 

 

24000 veces 

 

Indios verdes, Cocoyoc, 

Sanborns 

¿gladiolas? 

 

Venustiano, San Miguel 

 

Mártir 

¿Coronas? 

 

El Emporio, Tlatelolco, 

Benito Juárez, la Sirena, 

Xochimilco, las Flores 

 

¿24000 veces Madero? 

 

Pero el azul cobalto 

del viaducto Alemán 

me quema. 

 

Peces que vuelan sobre el concreto, 

mi esperma por primera vez voló 

por las avenidas rancias 

del Periférico. 

 

Salto de página 

Bucéfalo 

 

Bucéfalo, torpe amigo, 

miríadas de veces 

recorren  

tu piel negra. 

 

Las hormigas,  

furiosas orquídeas. 

 

Los ríos se tiñen de rápida gloria 

—no la mía. 

 

Conozco su mirada mineral, 

su mando sin emociones, 

cantado melodrama, 

sin torpes canciones de guerra. 

 

Mordiente, 

nacido por mí, 

para mi desgracia, 

el enemigo 

me aniquila: 

 

Está en mi casa. 

Salto de página 

 

Hamaca 

 

También “del verano”, 

islas desiertas. 

 

Ambientes de luciferinos sones. 

 

Destacan amapolas 

cultivadas 

por la industriosa 

pareja de pescadores: 

Pablo y el de sombrero 

de ensalada. 

 

Casa de pan, 

noche de albahaca. 

 

Hundidos en el océano, 

los buscadores de noticias, 

borrosos de tanto llorar, 

la espera, 

se alambran, 

rebautizados. 

 

Son, ahora, 

consumidores  

de madera vieja; 

son animales  

de piel grasosa. 

Ven llegar cada mañana, 

cada hora, 

tan lejos de Greenwich, 

tan cerca del hielo, 

sin que la impaciencia 

los devore. 

Salto de página 

Monasterio marino 

 

A la cita inevitable 

la ilumina tenue 

la llama verde. 

 

En la breve Nave 

satisfago saladas imaginaciones. 

 

Me llevan. 

 

Derribamos el orden, el de afuera. 

 

Celebramos: 

frágiles y acorazados, 

ávidos y atrevidos, 

sucios y gozosos, 

históricos y desgarbados, 

inesperadas revelaciones 

y conocidos 

muy viejos. 

 

Los mortales contemplamos la gloria, 

la nuestra. 

 

En la más insoslayable 

sesión de miradas, 

se ahoga y desahoga la cofradía 

de miembros. 

 

Como clásico matiz 

un tercero sale. 

 

Dejo el mundo. 

Salto de página 

De alabastro 

 

De alabastro a dúo 

luz enjuta sin frío.  

Libre marmota en hielo; no calor, 

no Camino. 

Sólo contemplo las aves azules, 

sus párpados de mirada hueca 

se asoman por ventanas de inocencia súbita, 

aladas como las escamas de una misma  

nueva especie  

marina. 

En sus cabezas de medusa 

se distingue una silueta de alucinógena hembra. 

Un macho cabrío teje sus lamentos. 

Jeremías resucita.  

No hay destino. 

La desesperada Fuente dice:  

aliento llega... 

La misma sensación marina se vuelve de nuevo azul. 

 

Me desenfundo una vez más en este acantilado 

lleno de peces  

imposibles. 

La colonia.  

El arrecife es vital. 

Es redondo 

como un suspiro. 

La memoria de tantos oleajes me dice: 

agua viva, agua viva.  

Más que una rosa virgen, 

elemento de dios, 

agua invisible. 

Si el tiempo tiene números, 

dejémoslo correr por donde sigue... 

 

Yo tengo un hijo nuevo 

que se baña en las fauces del milagro  

que desata sus ojos infinitos. 

 

Ése fue el primer verso,  

pero no estaba escrito de ese modo.  

No podría describirse.  

La naturaleza insensata 

de su ritmo 

se mueve  

y se mueve 

sin embargo  

como una gota lúcida. 

Se mueve 

en el río y la ciudad.  

 

Las voces del río me alcanzan  

y los sonidos del ave se acercan. 

Los mismos que conocí hace poco. 

 

Un vuelo, 

un albatros, 

un albatros vivo. 

Una U que llega y me marea... 

 

La muerte está desnuda 

inaugurando feliz cada principio 

sólo se viste con su capa 

de diosa 

para enlutar la gloria que posee cada fin: 

 

No merezco la latitud hinchada de su nombre; 

no me explico la inmaculada fe de un parpadeo. 

Los oídos me estallan. 

Cada letra escuchada 

me recuerda otros tiempos. 

 

Tiempos menos fortuitos. 

 

Salto de página 

 

PRISCILA 

 

SE SIENTE CLEOPATRA. 

ME MIRA, ME MIRA. 

PLATICA CONMIGO, 

ME MIRA, ME MIRA. 

 

SE SUBE A LA CAMA, 

ME SUELTA SU COLA. 

LA GORDA PRISCILA 

ME MIRA, ME MIRA. 

SE PONE SUS CREMAS, 

ME LLEVA A LA CAMA. 

POLVEA SUS NALGAS. 

LA GORDA, LA GORDA, 

SE RIE Y SE CALLA. 

SE PONE RUBOR 

Y SE UNTA LAS PATAS. 

ME CANTA CON FUERZA, 

LA POBRE ES MALSANA, 

Y HABRÁ QUE CUIDARLA. 

ES LINDA Y ES FRÁGIL. 

SE MUERE DE AMOR, 

SE MECE, SE MECE… 

CUAL GATA, COQUETA, 

ME UNTA MENJURJES, 

DE SAVIA, DE COLCHA, 

SE LLAMA CRISTINA, 

SE DICE PRISCILA, 

SE VUELVE UNA ESCLAVA, 

DE LUCES Y ESTRELLAS. 

QUIERE SER MUCAMA, 

SE VISTE DE ARMIÑO. 

QUIERE SER MODELO, 

LAMENTA SU ESTAMPA, 

SE CUBRE LAS CANAS, 

YA ES UN POCO VIEJA. 

¡QUIÉN QUIERE COMPRARLA! 

POR LA QUINTA COPA 

DE CAMA TRAS CAMA, 

 

DE ORILLA EN ORILLA, 

LA GORDA CRISTINA, 

PRISCILA, PRISCILA, 

MUCHACHA O MOFETA, 

SE VISTE DISCRETA, 

SE ESCUCHA SU RISA, 

ESTRELLA DE MODA, 

LA GORDA PRISCILA, 

SE COMPRA UN MARIDO, 

SE VISTE DE RUBIO, 

SE PINTA LAS UÑAS, 

TACONES DE ESMALTE, 

DE TONOS SIN FIN. 

SU CUELLO ARRUGADO, 

NO QUIERE SER VISTA, 

SE MUERE DE ASFIXIA. 

LA GORDA NO ES GATA, 

NO ES BELLA, NO ES FLACA. 

SE MAQUILLA LINDA: 

SE HOSPEDA EN UN CERILLO. 

SU VIDA ES UN RESPIRO, 

SU CUERPO, UN ATAÚD. 

Salto de página 

 

Funámbulo  

 

Después de haber dejado  

la corbata  

camina por la sala. 

Da el segundo paso; 

retrocede  

avanza. 

Da el siguiente paso; 

luego, el último. 

Salto de páginaA los amigos 

 

Es territorio fangoso.  

Detrás del Escudo vive  

un ámbito de peces,  

refugio de coral.  

Luminosos amigos 

nos esperan. 

Salto de página 

Ilusionista 

 

Se puso la chistera; 

sonrío a su imagen;  

retocó el bigote;  

abrió la puerta:  

salió. 

 

Después de los aplausos entró a su camerino;  

se quitó la chistera y la puso encima de la cama. 

 

Los aplausos seguían a lo lejos, insistentes.  

El espejo, complacido,  

lo miró,  

para siempre,  

por última vez. 

Salto de página 

 

De bruja 

 

De bruja, corcel de bruja quisiera.  

Te invoco bajo el nombre de la más puta.  

Sales de la persiana, puta de todos los cerrojos.  

Tu nombre no es Alberta, no es Beltrana 

sin camisa hueca te hueles los sobacos,  

enredada en sandalias de pátina roja.  

Josefina horrorizada te observa  

a ti  

en tu mala casa de bestia 

de chancro blando.  

Bruja de la puerta,  

de todas las puertas subterráneas.  

Sin engaño subes con toda la noche.  

Lizbeth que me quiere hipnotizar y luego flagelar, 

oh, Cerda. 

 

Te nombro con todos las horas que vendrán,  

muy putas,  

¡Lizbeth! 

Salto de página 

 

Marino 

 

La estrella estaba muerta. 

 

También 

el pescador 

que nunca se 

ENTERÓ 

del pronóstico del tiempo. 

Salto de página 

De quién 

 

De 

Nada. 

 

De dónde, 

eh!!! 

 

Dime. 

 

Mezclados doy, 

di, 

dardos desnudos. 

 

Debes, 

Don de duendes, 

darme la de todos 

los de débil dinastía.  

 

De adelante, donde duele, dame.  

¡Dame! 

 

¡Demonios! 

¡Diablos! 

¡Déjame decirte! 

 

Decía. 

 

Ejem. 

 

Debes, 

. 

 

¡Debes!!!!!! 

 

Doblemente: 

decidirte:  

 

Deja sordos ademanes, 

digo, 

de dura, 

dudosa procedencia.  

Dando de todos modos  

dobleces terminados, 

de dichas decenas de diamantes, 

días encendidos,  

despedida despacio 

quedo diré, 

desde dentro: 

desdén 

DESDÉN, 

Sí: 

 

DESDÉN 

desdibujado. 

 

 

 

 

 

 

 

Salto de página 

 

Limón 

 

La fría paleta de limón era un estorbo,  

el sol se había derretido. 

Salto de página 

Alba vital 

 

Viene Alba vital con la espera de un alivio.  

El viento, en las cortinas.  

El mar, atento a la duda, 

a la traición, 

al sueño 

y al olvido. 

Salto de página 

La hora 

 

Salió de su casa. 

Pensó que subiría al autobús.  

Corrió.  

La señal fue notoria,  

simple.  

Lo atropellaron.  

Era previsible,  

necesario  

sin duda. 

Salto de página 

Albatros viene 

 

Es del color de la cera 

y no cuenta las horas.  

Tiene la sonrisa de un tumulto  

en llamas.  

 

Atento sonrío a su caudal de razones 

a sus fabuladas nuevas, 

a sus Aleteos de locura. 

 

De albatros viene 

de amorosa E  

de amorosa U, 

en pleno vuelo. 

 

A tiempo,  

desde luego, 

se marea, 

se disgrega. 

  

Gesticula. 

 

Sin resistencia, 

desvaría. 

 

Conviene a su estatura 

la risa y el gesto del Clown. 

 

Desciende despacio... 

desde la magnífica estatura de sus alas. 

  

Profundo tu aliento:  

sin aliento me dejas.  

Sucumbo tartamudo. 

Sí, y más tu vientre.  

Alba Atroz,  

Albatros. 

Salto de página 

Definitivo altar 

 

La esencia de un perfume: 

Altas olas (definitivo altar). 

 

La flecha se aventura al cielo. 

 

Fresco pino,  

estremecedor anhelo. 

 

Un río:  

una sonrisa de manzanas de aceite, 

de atardecer  

redondo. 

Salto de página 

Señales 

 

Señales llegan. 

Luz salada.  

Y se despereza, 

eterno, el Animal, 

el mar, en olas.  

 

Señales lejos. 

Mapa inútil, sin lágrima:  

el caparazón de la tortuga. 

 

Señales sin sueño. 

Danza inicial, Iris cretácico:  

sombra de ropajes tintos.  

 

Señales soledad. 

Ventana sin afuera: 

Los dioses, jeroglíficos,  

se asoman.   

 

Señales al final 

La sonrisa fósil del insecto 

se hace sol, 

luz total, 

rotundo rojo. 

Salto de página 

¿No te gustó?  

 

Mientras tengo la boca  

pegada en el espejo  

escucho el radio  

shu shu garaluz. 

 

Mis ojos grandes. 

 

Apago la luz y la pupila  

abierta, 

enorme, 

se inunda. 

Prendo la lámpara 

Ni una lágrima. 

Yo.  

 

 

Salto de página 

De los leones 

 

Recorro las ermitas mutiladas, 

las capillas de vahos y lamentos musgos. 

El aire se confunde y me entretengo en poseer 

la visión de los que vienen:  

soy de ellos, somos nosotros,  

carmelitas desnudos. 

 

Levitamos. 

 

Monje de ayunos, de cilicios, 

tu sola mano me lleva, a mí, 

discípulo sin fe, 

por líneas curvas, 

jardines, techos, campanario:  

barco en ruinas. 

 

Es la primera batalla del viento, 

en mar remoto,  

y gana Bruma. 

 

Sobre la bóveda arenosa de la ermita:  

el caracol marino, la estrella, el pez: 

Desprevenidos todos.  

 

―Detrás de los manglares turquesa se oculta 

Satanás,  

me dice el monje. 

 

―Soy Ehécatl, me dice un soplo: 

 

—Presagio mil aires;  

soy pájaro cáncer,  

temblor de templos.  

 

Los monjes me miran con sus ojos rotos. 

Perforación de un cráneo,  

el mío: 

 

no soy,  

no, 

no soy de ellos. 

 

Convento precipicio, 

no despierto. 

 

Me sale en fosa-menta el alma.  

 

El agua en este mar convento es un brebaje anfibio. 

 

Monje espurio, tampoco soy azteca. 

 

Con venas saladas, me mareo. 

 

Tras súbito vuelco, sin espanto, 

crepito en ola 

y casi no distingo 

a los monjes sin sus anclas y sus vergas, 

sin sus mástiles, 

sus velas. 

 

No acudirán al arribo de los dioses del oriente, 

o dios, 

ni yo tampoco. 

 

Cuando alcanzo a vigilar las carabelas humo, 

los follajes luz, gris perla, 

miro pared, tapiz, lámpara, 

y ese no soy 

ya no 

no lo aseguro.  

Salto de página 

 

Celebración mandarina  

 

En el espacio sin sal asistimos  

al triunfo contra la seda maligna, 

el que se come frío. 

 

Lágrimas tardías quieren arruinar mi vigorosa fiesta.  

 

De severa especie, 

la artesana, urde ahora disculpas vanas. 

 

Prodigio del trópico,  

hilarante autora de su propia ruina,  

no me podrá vencer, 

ya no, 

maldita Araña. 

Salto de página 

Acá va la vida 

 

 

Acá va la Vida. 

 

¿Acaba la vida?  

 

¡Acá va la vida! 

 

Acá sigue la vida. 

 

Acábala, 

Vida. 

 

Acabala vida. 

 

Acá 

bala:  

vida 

 

¡Ah, cava! 

 

La vi.  

 

¡Da! 

 

Acá va. 

 

La vi.  

 

Da. 

 

¡Ah Cábala!:  

 

¡Vida!