Y todos los poemas que desaparecen,
Los de un rostro retratado
con su cara formal,
el de ese instante burocrático, cuando,
a la urgencia del trámite
tomaron entes
atribulados
no tanto como tú
con tu mochila a cuestas
llena de improperios preparados
de últimas rendiciones
no sin aviso de procacidad
mayúscula.
Tu mansedumbre desdeñada
No estaría ya en tus planes
En tu rabia contenida detrás de esa última imagen, la del lunes
Por la mañana
Ésa, en la que, finalmente, después
De tanta ira preparada
Fuiste a dejar en esa imagen última,
La que súbitamente cambió cuando
Lograste el triunfo inesperado.
Los de un rostro retratado
con su cara formal,
el de ese instante burocrático, cuando,
a la urgencia del trámite
tomaron entes
atribulados
no tanto como tú
con tu mochila a cuestas
llena de improperios preparados
de últimas rendiciones
no sin aviso de procacidad
mayúscula.
Tu mansedumbre desdeñada
No estaría ya en tus planes
En tu rabia contenida detrás de esa última imagen, la del lunes
Por la mañana
Ésa, en la que, finalmente, después
De tanta ira preparada
Fuiste a dejar en esa imagen última,
La que súbitamente cambió cuando
Lograste el triunfo inesperado.