miércoles, 27 de marzo de 2013

Recámara con olas


Uno pequeñito

Para aliviar el alma,

Para no volverse ciego.


Un pequeño espacio

Para poder decirte

Que las olas son grandes

Y el mar es otra cosa.
 

Un verde con blanco

En las paredes de la sala

Para estar quietos y cansados.

 

Y darle a los perros

Recetas de sabiduría y  besos

En la panza.
 

Un sentimiento cómplice

Y una mirada silenciosa

llena de Esperanzas quietas.
 

Un amor que nunca llega tarde

Se instala en la única recamara que tengo para ti:


Nuestra enorme cita

Todos los días.