Un cuerpo que reposa
y late
gentil,
un cuerpo puro,
limpio.
Una mirada,
un cuerpo
que no cesa,
no duerme,
observa,
se observa,
siempre se observa,
un cuerpo
que vive en los extremos.
una mirada que late.
Una mirada
de alquimista,
de iniciado,
de perfume lento
de futuro,
de antiguas hazañas,
de combates,
de brazos,
de labios,
de suspiros,
de dolor a solas,
de entrega,
de anhelo,
generosa.
Una mirada
de infinito enigma
de agua turbia,
risueña,
gentil,
ingenua,
sorprendida,
indignada,
arrebatada
por la risa.
Mirada
de abrazo
súbito,
de animal sorpresa,
de respiro
inesperado,
de fogata,
de labio suave.
Mirada
de caminar pausado,
de abrazo siempre,
de esperanza,
de nostalgia,
de confianza,
de ausencia,
de locura,
de entrega,
de apacible
estar junto a ti,
de apacible estar lejos,
siempre cerca de ti,
feliz,
sin miedo,
sin estrés,
sin deseos malsanos,
o muy sanos,
sin enojo.
Con los brazos abiertos:
A ti,
A tu mirada limpia,
de enigma inalcanzable,
gentil,
mirada limpia,
estoy.
Soy lo que miras,
siempre para ti.
Soy el que te mira,
eres tú.
Una mirada de asombro,
de inesperados
deseos
en mis sueños,
de inesperadas sonrisas
en tu abrazo,
en tu saludo de día,
de cada día,
en tu mirada nocturna,
maliciosa,
de Ángel travieso.
Te quiero
como puedo,
ya lo sabes
te quiero.