Urgente mi nariz me dice: ráscame.
Insolentes, mis uñas indignas,
Llenas de ansiedad me llaman:
¡Acaba!...
Con los excesos,
Acaba con tus dientes,
con tus más
Intensos poderes,
Cómo puedas,
Acaba, acaba,
Como el psicópata acaba
Con sus víctimas
con Nosotras:
La Uñas
Largas...
Acaba.
Muerde.
Corta.
Quita.
No podemos más.
Somos
Las Uñas.
Las demandas siguen.
El cuerpo es demandante:
Ojos,
Nariz,
Estómago,
Cabeza…
Ah, los años,
Años de
Tener un cuerpo.
Dame más de tu
Interno ser,
Dame más
De tus
Intenciones
Diarias,
Las de todos.
De tu cerveza fría.
Fresca.
Me hace olvidar,
Recordar.
Dame,
De su abrazo
imaginario.
O Real,
No importa.
Dame,
Lo deseo, su abrazo,
Sus Brazos,
Tus brazos,
Su sonrisa,
Tu sonrisa.
Su arrebato,
Tu arrebato…
Dame más,
Dame.
Y te daré
Mi abrazo,
Mi arrebato,
mi sonrisa,
mi espera,
mi halago,
mi apoyo,
mi amor,
por qué no,
también
mi amor.
El cuerpo es demandante, brutal
Exige que lo lleves a donde
No siempre te apetece, y a veces,
Te lleva al lugar,
Ese esperado,
Buscado,
Trabajado…
Lugar donde
Te vuelves
Uno con tu cuerpo, con él,
El cuerpo que es tuyo
Y no te pertenece.
El cuerpo
y tú,
Yo.
El cuerpo que se mira
y se imagina
el cuerpo
que imagina que sigue siendo el mismo
de veinte veces
de cien veces
de muchas más veces,
el cuerpo que ya no soporta los desvelos,
pero sigue pensando que sí,
que veinte años
son los que le faltan, y veinte años
son los que ha vivido,
de más,
siempre más,
o menos.
El cuerpo
Tan distinto
A mí.