lunes, 31 de enero de 2011

SIEMPRE

EL ELEVADOR A VECES NO FUNCIONA,
PERO MIS AMIGOS SIEMPRE ESTÁN AHÍ,
ME MANDAN MENSAJITOS DE ALIVIO,
ME ALIVIAN,
ME ESPERAN.

MIS AMIGOS SON UNA PIEL QUE SIEMPRE SORPRENDE
SON UN ALMA GENEROSA
SON UNA BIENEVENIDA
CUANDO SE ABRE LA PUERTA
DEL ELEVADOR

A MIS AMIGOS LOS LLEVO
SON ESTRELLAS DE VIDA
EN MI ALMA

SON MIS AMIGOS
TIENEN SUS ASUNTOS
A VECES SU ASUNTO SOY YO

SIEMPRE SON UN RESPIRO
LOS RESPIRO
ESTÁN
CAMINAMOS SIEMPRE
SEPARADOS
PERO SIEMPRE JUNTOS

...


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sábado, 29 de enero de 2011

Un Ángel conocido

Un ángel conocido me escribió un poema esta mañana.


Cualquier revelación se escucha como un kínder maloliente.

Los latidos de mi corazón se vuelven huecos en tu oído.

Cómo escribir, sin pausa, sin lamentos, sin olvido.

Mi voz se esconde como cada tarde cuando las batallas se han cumplido.

Los tallos de una flor tienen deseos impensables de surgir alados
como un ángel que no encuentra ni su casco ni sus alas.

No hay corazón, no hay búsqueda, no hay miserables sentimientos torturados.

No hay masacre, no hay muerte, ni excesivos devaneos.

Mis alas de mortal se esconden en tu esfera ardiente.

Mis Ángeles de hoy, atribulados,

no dan noticias ciertas de verdades puras.


Soy una voz que busca el cielo de tu vida,

Soy un Ángel que espera a ser llamado,

Soy un mortal que se niega a ser Condena,

Soy yo, soy Ángel torturado en esta Tierra.

Ya no más quiero de este mundo, ya no más...

Ya no más quiero,

Ya no más.

Esta tierra atribulada de cadáveres inciertos, de tinieblas sin fin.

En esta codiciosa fábula mal contada, mal dispuesta.

Me surge la voz, encabronada, en esta esfera,

me voy si puedo, pero espero

espero,

espero el fin,

el fin que nunca llega.

Nunca llega.

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viernes, 28 de enero de 2011

LUZ: TÚ

Es un estado de ánima

de ánima

Es un estado de cuerpo
de cuerpo

Es mi tobillo
eres tú


Me duele el tobillo
Me dueles tú

Mi tobillo grita
Grito Yo

Mi cuerpo se despierta
Mi cuerpo soy
Yo

Mi cuerpo grita
Mi cuerpo no eres tú

Mi cuerpo, mi vida, Tú


Siempre mi cuerpo, siempre yo

y a veces tú




El dolor de mi tobillo no eres tú
La luz eres tú


No soy la luz,
La luz eres tú


Salgo...
La fecha de mi cuerpo
es indescifrable

Mi muerte es un día indescifrable
La muerte de los otros es un anuncio
inesperado
Siempre


La idea de mi cuerpo es una idea,
Tu ser es un enigma


Te veo aparecer en mis ventanas...
Eres tú...

Y siempre tardo,
como una vieja PC,
como una computadora vieja,
en descifrarte

Tardo en saber:
¡Quién eres?

Si eres la persona que esperaba,
tal vez
eras otra persona,
y creía que eras tú...

Eras tú

Pero mi vieja computadora no te conocía,
no reconocía tu rostro,
tu voz,
tu caminar...
Tus silencios...

Eras tú siempre,
diferente.





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*


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domingo, 16 de enero de 2011

Sueños...


Saturno estalla.


Viajo en metro, más allá de cualquier estación.


En el elevador, un hombre desnudo.


En el piso, niños y alacranes blancos alados.


Me sostengo en el aire.


Una locomotora sale, humeante, del fondo del mar.


Me baño con la ropa puesta.


Un conejo empolla un huevo.


Mi espalda toca el techo,


Lo observo todo: floto.


Entre los invitados a una fiesta:


¡El mismísimo Carlos de Inglaterra!


Un enorme avión se detiene en el aire,


Se parte en dos pedazos,


Cae.


Todos hablan del suceso con entusiasmo.






A rellenar los cadáveres con flores.


Muertos felices.






Monto a caballo.


En letras grandes:


ETIOPíA,


Letras de sueño, de sueño.






























sábado, 15 de enero de 2011

La lucidez y los insectos

La lucidez llega:


Los instantes de revelación

Se sostienen en la claridad.

El misterio es descifrable, a veces,

Con la certidumbre del poema.



En un instante

De lucidez,

Me poema la poesía,

Me responden las palabras.

Las palabras me descifran,

Yo descifro a las palabras…



Pero de pronto un insecto camina por mi mano,

Y no comprendo.

La lógica se desvanece:

El misterio del insecto sobre mi mano

Me asalta,

Como los rufianes

Me asaltan

En un taxi.



Mi certidumbre se tambalea,

La lógica no funciona.

Cuando creí conocer

todas las verdades,

Mi mundo se pobló de insectos.









jueves, 13 de enero de 2011

Tú no eras, pero fuiste.

No busqué en los detalles:
Sólo vi lo que quise ver.

La imagen amada se puso en ti.
Mi anhelo, mi recuerdo, mi fantasía,
mi obsesión, mis múltiples miradas,
mis deseos diversos,
se pusieron en ti.

Cuando te besaba,
Pensaba en otro rostro.

Sumergido, me encontré con tu cuerpo.

Tu cuerpo en mi respiración ilimitada.

Pensaba en alguien más:

Eras la Otra imagen.



Eras tú,
pero eras otro cuerpo.
Eras el instante.

El mensaje me llegaba apenas,
eras otro ser,
y eras el cuerpo que deseaba.


No eras el cuerpo que sentía,
eras otro cuerpo que no estaba,
y era todo perfecto.


Fuiste la fantasía realizada.
Sonreías.


Sabías.


Me llevaste muy lejos.
Me encontré con mi deseo.

Con una palmada en mis manos,
Con una despedida con tu sonrisa de ángel.
Ángel de hermoso cuerpo,
Ángel tú:
Mi hermoso
Encuentro.







domingo, 9 de enero de 2011

Golás, cuento pa los niños.

De Benjamín Gavarre


El nacimiento de Golás fue simple: salió de una semilla.


Golás era pequeño y verde. Sus cinco ojitos negros y brillantes querían descubrirlo todo. Tenía dos alas. Sabía que había nacido para volar, pero estaba ahí, sujeto a la tierra por ese tallo fuerte y peludo.


Cuando nació, todos saltaron de la cama porque pensaron que se trataba de un temblor. El día en que nació la tierra comenzó a sacudirse y derribó cuatro postes de luz y dos árboles. Nadie perdió la vida, pero el susto dio de qué hablar a muchos durante varios días.

Los vecinos del jardín: flores silvestres, helechos, rosales, arbustos, y un pino alto y presumido, lo miraban con asombro y, hay que decirlo, también con desagrado. ¬-¿Será una mala hierba?, ¿será una planta carnívora? -Murmuraban.


El pino alto y presumido habló a todos con voz desagradable: -¡Seguramente se trata de una planta peligrosa y acabará con nosotros si no tomamos serias medidas para protegernos!... ¿Se han puesto a pensar en quién es el verdadero culpable del temblor de esta mañana?


Golás se estremeció: supuso que la tierra se había enojado porque él había nacido. Ignoraba que la tierra tiembla por motivos muy personales.


¿No tienes nada que decirnos, planta malvada? -. Le dijo el pino presumido al cabizbajo Golás.- ¿Tú hiciste que la tierra temblara, no es así? -Insistió el presumido-.


Todos miraron con atención al extraño insecto que aleteaba pegado a la tierra del jardín.


Esperaban tal vez una explicación, alguna disculpa... Sin embargo, también tenían miedo de que fuera cierto y esa "planta maligna" les hiciera daño.

No soy una planta, soy un insecto volador y dentro de algunos días deberé alejarme de aquí.
-Dijo suavemente Golás.- Miró con valentía a todos con cada uno de sus cinco ojitos negros y brillantes, y agregó.
-Veré lo que ninguno de ustedes podrá nunca imaginar: todo lo que existe más allá de este jardín.


Hubo un largo silencio. El pino presumido quería seguir molestando a Golás, pero estaba confundido. Trataba de explicarse cómo podía nacer un insecto de una semilla. Si las plantas brotan de la tierra, y casi todos los insectos nacen de un pequeño huevo.


Como además de presumido, el pino era muy tonto, no supo ya qué más decir, y fingió que tenía mucho sueño. Y fingió tan bien que se quedó dormido, al igual que la mayoría de los habitantes del jardín.




El tiempo pareció detenerse. A lo lejos se escuchaban los ruidos nocturnos de coches que pasaban. Un avión, una ambulancia o el sonido bajito de algún radio de uno de los tantos humanos que no pueden dormir...




Lentamente se abrió la puerta principal de esa vieja casa de la Gran Ciudad. Gabriel, el más pequeño de la familia G., salió, linterna en mano, a cazar insectos.


-Qué tarea tan tonta. -Pensó Gabriel. -¿A quién se le ocurre que pueda haber insectos interesantes en este país? Si aquí nada más hay moscas y hormigas... En fin, espero que encuentre algún bicho encantador…


Dijo la maestra que debajo de las piedras se esconden muchos. A ver...


Gabriel quería meter en su limpísimo frasco un verdadero hallazgo para la ciencia moderna. Sin embargo, hasta el momento sólo había encontrado cuatro cochinillas y había pisado a un pobre y maloliente pinacate. No quiso comenzar su colección con esa despistada lombriz de tierra porque no estaba seguro de que fuera un insecto. En todo caso: ¿cuáles eran insectos y cuáles no? ¿Los grillos eran insectos? ¿Y las arañas?... Después preguntaría.

Apagó su linterna y luego la prendió repentinamente para sorprender a algún bicho somnoliento y alcanzó a ver el aleteo de un insecto que no lograba dormir.


-¡Qué tal!... Una mariposa. ¡Una mariposa verde! Apuesto que es única y en peligro de extinción... Pero no. No es una mariposa. Parece una... ¿flor? Tiene tallo. Tiene un tallo peludo… ¿Qué será?... Me lo voy a llevar sea lo que sea. Además, no creo que nadie lleve algo semejante a la escuela. No, nunca. -Y arrancó a Golás.


Atrapado en el frasco, Golás lastimaba sus alitas al tratar de escapar de su prisión de vidrio. Al darse cuenta de que sus esfuerzos eran inútiles, decidió hablar con el humano:




-Déjame salir. -Le dijo-. Si no lo haces, me voy a morir.

 Gabriel tuvo miedo, escuchó una vocecita inimaginable, suavecita, aguda, DESESPERADA. Quitó con su bondad de niño la tapa, y el insecto se alejó volando hasta perderse en la oscuridad.





Sentado en la banca del jardín de la casa de sus padres, Gabriel trataba de entender qué había pasado. ¿Fue solamente su imaginación, o de verdad, ese extraño bicho le había hablado?...


Mientras pensaba todo esto, miró por primera vez, realmente observó a las plantas, a los árboles de su jardín, y tuvo un sentimiento muy extraño: Nada de lo que veía le parecía raro: ni el pino, ni las rosas, ni siquiera los helechos. Y sin embargo... ese pequeño ser, que confundió con una mariposa, ¿qué habría sido?...


Todo esto pensaba Gabriel cuando, súbitamente, volvió a escuchar la extrañísima voz de Golás:


-No te preocupes, niño. Muchas veces te vas a encontrar con cosas que quizá no entiendas, que tal vez nadie comprenda, pero que tienen una razón para existir.


Yo soy Golás, eso es todo. Desde hace algunos años los que son como yo hemos nacido así, de una semilla. Luego nos alimenta la tierra, el agua y el sol. Tú me arrancaste antes de tiempo y ahora necesito de tu ayuda. Plántame de nuevo y dame agua por la noche. Te pido que esperes a que crezca fuerte y seguro para después dejar que me vaya. Dentro de algunos meses buscaré un volcán muy alto y con grandes fumarolas. Ahí encontraré la fuerza necesaria. Tiempo después llegaré a un jardín, muy parecido al de tu casa, y pondré una semilla en la tierra húmeda. Otro como yo vendrá a continuar nuestra especie, la especie de los Golás, si así la quieres llamar. Dentro de mucho tiempo seremos muy comunes. Nacerán de la tierra insectos verdes voladores. Los Golás serán tan familiares como lo son ahora los pinos y las flores, los escarabajos o las moscas. Gracias. Tú sabrás ayudarnos: la especie de los Golás seguirá viviendo.



Gabriel plantó a Golás en una maceta que encontró y la puso junto a la ventana de su cuarto. Se miraron como lo hacen los nuevos amigos. Muy pronto deberían despedirse, pero nunca se olvidarían.

























 



*






































sábado, 8 de enero de 2011

De ti.







Me dejas


Sin tu mirada


Con tu mirada


Con tus ojos


Sin tus ojos


Con tu olor


Sin tu olor


Con mi deseo


Sin tu deseo


Con tus labios


Sin mis labios






Con tu mirada al allá


Con mi mirada a ti


Con tu cabello


Con mi sonrisa


Con tus diecinueve


Con mi alegría






Con mis anhelos


Con tus deseos






Con tu belleza


Con mi deseo


Y mi amor


Mi esperanza


Mi anhelo









Tu lejana actitud


Tu mirada al infinito






Tu encuentro con el infinito


Acaba


En el preciso lugar


Donde


Estamos y estaremos


Siempre.


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

jueves, 6 de enero de 2011

FOTOGRAFIAR AL TORO





















FOTOGRAFIAR AL TORO







Detenerse


Tomar al toro


Con mis ojos,


Detener el vértigo,


Detener al toro,


Fotografiar al toro,


Tomarlo en su ceguera,


Mientras bufa.






Corre y viene hacia mí


Y lo detengo,


Con un parpadeo


Cancelo el vértigo:


A la luz invito.






Miro mi ser interior,


Me escucho:


El silencio llega,


La paz, la luz, el instante detenido.


El silencio incluye todos los ruidos,


detiene el vértigo,


estoy cerca del ruido,


pero ya no lo escucho,


llega la paz, llega la luz


la luz.








































lunes, 3 de enero de 2011

Ya todos nos conocíamos de antes

Sabía, con toda precisión que mi padre era yo, aunque sin sus excesos y sin su necesidad de castrar a sus hijos, al menos de forma psicológica. Mi padre, claro, había muerto dos meses antes de que yo.... naciera.

Mis hermanos mayores no sabían que yo era su padre, pero me detestaron desde el primer instante de mi nacimiento y juraban, aunque supieran que era una mentira, que mi madre había tenido una relación intensa con un hombre venido de la costa veracruzana.

Mi hermano mayor me torturaba pues pensaba que yo era el hijo de una relación impropia entre mi madre y un vendedor de medias de nylon.

Mis otros hermanos me miraban con reservas y me hacían notar todo el tiempo que yo tenía los ojos negros, el cabello negro, la piel morena y ellos eran rubios y de ojos azules.

Nunca supieron que yo en realidad era su padre.

Alderabán

Alderabán es, a veces, una estrella.


y, a veces:

Es un puñado de equivocaciones.

Un barco.

Una conspiración.

Un discurso.

Un amasijo de torpes elucubraciones.

Una luz.

Un signo.



Es solamente una palabra.



Sueño

Exploro nuevas tierras.


Hay nuevos colores en el piso.

Las líneas de mi mano

han formado nuevos capítulos.

Las dimensiones del acuario ya no son

las mismas.



Se han abierto nuevos túneles,

nuevos pasillos,

otras habitaciones,

¿Quién vive aquí cuando yo no estoy?



A qué calles dan esas ventanas.

¿Por qué no puedo entrar a esas habitaciones

donde nadie, nunca,

ha dormido?



Había nuevos colores

Había nuevos colores en las paredes, otros cuadros, nuevas puertas. Torpe, empujé la del fondo, de madera fina. Al final del largo pasillo vislumbré su saludo. Me invitaba, pensé. Era un gesto de alguna manera conocido. Mis pasos firmes fueron a su encuentro. Fue la primera de innumerables batallas.

y todos los poemas que desaparecen

Y todos los poemas que desaparecen,


Los de un rostro retratado

con su cara formal,

el de ese instante burocrático, cuando,

a la urgencia del trámite

tomaron entes

atribulados

no tanto como tú

con tu mochila a cuestas

llena de improperios preparados

de últimas rendiciones

no sin aviso de procacidad

mayúscula.

Tu mansedumbre desdeñada

No estaría ya en tus planes

En tu rabia contenida detrás de esa última imagen, la del lunes

Por la mañana

Ésa, en la que, finalmente, después

De tanta ira preparada

Fuiste a dejar en esa imagen última,

La que súbitamente cambió cuando

Lograste el triunfo inesperado.



Todo lo que uno sabe

TODO LO QUE UNO SABE SE ESFUMA






Todo lo que uno sabe se esfuma

Y está presente.



La música nos salva.



Un poema

Me salva.



El día va mal

Para todos casi.

Para mí va mal.

No soy de los inmunes.



En los huecos del aire

algunas recompensas me sostienen:



Encuentro

En la calle

Un billete de alta denominación.



Descubro a Yann Tiersen.



Me vengo como un Dios

Con mi mejor amante.



La música me salva.

La poesía me salva.





El desastre llega a veces para todos,

Pero hay algunas recompensas,

Pocas,

Invaluables.



La enfermedad nos amenaza.

La Muerte está al alcance de mi mano izquierda,

También está en el minuto veintitrés

De pasado mañana. Y no siempre son

los sueños el remedio.





A veces un poema me salva

Y la música, ya se sabe.





El poema llega,

Me descubre,

Lo descubro,

Llega.



La música

Es también

Un poema.

LUNA ROJA

Eclipse de luna roja, diciembre de 2010


















LUNA ROJA




Luna llena que todo lo salvas,

Estoy aquí,

Entre el Circo

Y mi circunstancia.



Luna llena, ahora de eclipse,

Se diría que no estás, y estás,

en la azotea.



Abro algunas ventanitas

y me asomas,

tú me asomas,

como una cabeza,

A la cabeza

de mi cabeza,

Luna.



Luna llena que siempre sales cada noche,

Me entregas una luna nueva y una luna llena

Y también a pedacitos me entregas,

Luna,

La misma luna

Y las distintas.



Ahora te veo por internet,

Desde la azotea,

Te comparto con Hugo, con mi amigo,

desde el poema también, ya se sabe,

de Lorca,

Desde mi infinito amor,

A todos los que amo,

A los que amo más un día que otro,

A los que amé ayer en la noche,

A los que espero amar todas las noches,

Diferente amor, y el mismo, el mío,

Luna,

Luna,

Luna.

LUNA ROJA.



Para tu piel


Para Noé



Para tu piel:

Alado mío,

tuyo despierto.

Aliado tuyo,

despierto al lado tuyo.

Despierto alado yo también.



Para ti

Para encontrarte

Para mirarte

Para besarte

Para tu piel es mi boca

Para tu piel mi fascinación

Para tu piel mis días

Mis noches

Nuestras noches y días

Nuestros somos

Mío despiertas

Tuyo soy



TE AMO

Benja

11 de diciembre de 2010

No soy mi imagen

Benjamín Gavarre


No soy mi imagen


















 Yo soy. Es tan fácil decirlo, pero... ¿Quién puede decir: “YO SOY” con absoluta seguridad?


A veces pienso que yo soy mi nombre... y no es cierto. Otras veces pienso que yo soy lo que hago. Hay quienes piensan: ¿Yo soy lo que los demás piensan que soy?


Sin embargo: Yo no soy mi nombre. No soy lo que hago. No soy lo que otras personas piensan que soy.


Otros más, muy narcisistas, se ven desde afuera como si fueran “el Otro” de sí mismos: ellos hablan de sí mismos como si fueran otra persona: Él o ella no están de acuerdo con la política del país. Él o ella van a cantar el mes que entra en la ópera de París. Él o ella piensan que ellos no son sino una persona distinta y más importante de lo que ellos son. Son ellos, pero son distintos. Son el Otro.












Cuando vemos una fotografía de cuando éramos jóvenes, nos sentimos a veces incómodos, a veces orgullosos. La fotografía detiene el tiempo, ya se sabe. Ya no soy ese que fui. Esa imagen que veo es un engaño. Y sin embargo, esa fotografía detenida en el tiempo va a estar en el mundo muchos, muchos años después de que yo haya muerto. La fotografía es un instante detenido.


Imagen de mí mismo. Cuando un extraño contempla mi imagen se contempla a si mismo. El Otro tiene una idea preconcebida de cómo son los demás. Yo sé que soy joven o viejo. Yo sé que soy hombre o soy mujer. Sé que soy mexicano o alemán. ¿Pero cuando veo al otro? Cuando veo al que se toma la fotografía a sí mismo. Cuando contemplo lo que el Otro piensa que él mismo es... Entonces la imagen de El Otro la traduzco, la interpreto: Ella es una vieja. El es un niño. Ella es una mujer alemana. El es un indio mexicano. Los estereotipos funcionan casi siempre mal. El es gay, Ella es lesbiana. A veces hay toda una incongruencia cuando alguien desprevenido dice: Entonces: “¿Sor Juana era gay?”(!).






La imagen de mí mismo está siempre reconstruida por lo que yo pienso de mí mismo. La imagen de mí mismo es reconstruida por otros. Otros la interpretan. Otros expresan sus ideas sobre la imagen que contemplan. Yo me contemplo a mí mismo y digo: este soy, este fui. Yo no lo sé de cierto, pero esta imagen que veo: Soy Yo.


Imagen de mí mismo.


A veces ya no sé quien soy. Soy el fotógrafo. Soy el hijo, soy la madre, la esposa, soy el que fui, soy el que seré. Los viejos con Altzheimer tiene la rara circunstancia del olvido. Ya no saben quiénes fueron. No saben ni siquiera quién es el otro. Preguntan: ¿Y tú quién eres? Y después de haber obtenido la respuesta, dos minutos después vuelven a preguntar: ¿Y tú quién eres? Poco después preguntan: ¿Y yo? ¿Tú sabes quién soy yo?






La mirada del Otro me confirma. Otros me dicen lo que soy. La mirada de mismo me interroga. Me dice en el espejo: éste soy, pero antes fui diferente. “Mira que si nos ven”, le dice una persona a otra. La forma en que nos ven los demás a veces nos define. Ellos dicen que soy un hombre. ¿Y yo? ¿Pienso que soy un hombre? ¿Soy una mujer? ¿Y cómo soy? Los demás piensan que soy bueno? ¿Piensan que soy raro? ¿Piensan que soy extraño? ¿Soy peligroso? ¿Inteligente? ¿Soy?




Muchos observan al otro con una mirada clara. Otras personas me ven antes de que me vean. Si yo soy judío, si soy mexicano, si soy oriental... Los demás ya me han visto. Tienen ideas estereotipadas de lo que es un judío, un mexicano, un oriental. Los demás a veces no me ven, sino que piensan que me ven. ¿Y yo? ¿Yo me miro realmente a mí antes de verme? ¿Yo soy el que refleja esa imagen? ¿Soy el que miran los demás en esa fotografía? ¿Soy esa fotografía? A veces sólo me miro los defectos. ¿Y yo soy esos defectos? No. Soy, pero no soy mi reflejo. Un signo es un signo cuando representa algo. Este que escribe soy yo, pero mis palabras sólo son mis palabras. Yo: soy solamente yo.








Benjamín Gavarre