jueves, 7 de octubre de 2010

Y luz, la Vía Látex

Cuna de látex,


mi membrana tiembla.



Suelta la carne,

tapa el orificio que coagula el semen.



Esculpe ahora

con un fino bisturí.



Mundo de látex,

las palabras salen del hueco más profundo.



Aquí todos tienen hambre,

aunque nadie tiene tiempo.



El lugar está abierto para que la imaginación llegue

y nos toque por detrás de la cabeza.



La infinidad de lámparas me agobia

me aflige un ojo, me inyecta.



Y la Muerte dice:

―¿Quién te cuidará,

Ángel que nombras cada estrella con un nombre equivocado?

Abre tus alas, pequeño, soy pecadora

y me voy a involucrar contigo.

Dame una gota de tu más interna tibieza.

Haré que rías,

te llevaré a un estanque,

dulce tumba para ti,

futuro pez alado que volarás conmigo donde quieras.



Y luz

la Vía Látex.



Elpez elHombre

...de movimiento azul


y verde

y                                                   luminoso.

He aquí                       el Pez                  el Hombre            el Cuerpo              la Piel

el                                                                                                                          MOVIMIENTO

El yo

El Yo


estábamos confundidos.

Atribulábaste el sentido incluso.

Segmentabas amarillentamente el signo.

Mírame.

Sé mentalidad.

Sé pultura de espuma gratilotinante,

Comienza a devengar.

Derriterios


Carne dispuesta a la llama, a la ceniza.

Carne hinchada de humores; va a reventar.

Y listo a quitarte el tenue pellejo,

yo también me desenfundo.

Y me da fuerte.

Y me llevo la cabaña al comedor.

Y como una sandía que se escapa sin querer dejar huella

de su carne roja,

nos hacemos derriterios,

¡y cómo arde!



Tercera persona

Ellas desearían ser sabías.


Ellos quieren ser distinguidos.

Él quiere salir en el periódico

y tener buena conciencia.

Ellas sueñan con un guía,

nosotros teníamos uno.

Él no quiere ser identificado.

Yo tengo un miedo mórbido a volverme ciego.

Ellos tienen lúbricas elucubraciones

todo el tiempo.

Ella se quiere morir.

Él está muerto.

Griegos






El viaje ha terminado y

los desechos son desiguales.

Sin entender el modo

comenzamos a sentir un nuevo pantalón entre las piernas.

Nada más amable que una tertulia sin causa.



Mis amigos están dormidos a mi lado.



Los griegos

ya no son capaces de sobrevivir.



50 obscenidades

50 OBSCENIDADES 50




1243 razones para esquivar y para robar

a las mismas esqueléticas turbas

las 243.

5000 veces mierda comme il faut.

300 parejas acosadas con vitriolo.

También, gas letal para algunos.



20 verrugas hinchadas y 2 más

en la piel ajena.

Servirían 302 agujas para 50 vergas 50.



Y si no se permitiera una calvicie torpe,

me gustaría arrancarte el pellejo

con espátulas,

tijeras,

corta uñas,

50 centímetros de hilo

dental

y una gota de cianuro.



ARDE

ARDE




Arde tímido,

ciego sin ira,

que te asaltan las rameras

—y cada limosnero



Te piden emociones mínimas

los incrustados babeantes,

los prisioneros de ciudad mancha

la segregación del amasijo,

el cochambre,

el sebo,

la carne dura,

sin esperanza

sin sabor,

sin savia



LA BARDA

LA BARDA




Ufanos días de certezas adolescentes,

días de tardes líquidas,

en todas direcciones

se detenían

complacientes

como si fuera una costumbre



La colosal antena de emociones

cambió de ruta



Nos fuimos todos

sin pensar en el último precipicio,

en el último salto.

VOLCÁN DE CIEGOS

VOLCÁN DE CIEGOS




Algunos vapores me trastornan:



La voluntariosa selva pálida

converge en su altura medieval,

se estira, elevación difuminada.



La espera salta;

dominan las siluetas:

es un instante de luz.



Distinguidos locos

de mareados horizontes

explican a las Ostras

la disponibilidad del viento



Emisarios

de la vida ligera,

magra y especulativa,

se aletargan



Meridianos que alguna vez

se entretuvieron en abortar

el viaje,

se embrollan



Es la embarcación lodosa,

la botella sincopada

de lama emputecida



Es el Cielo convertido

en colmenas rebosantes

de cangrejos

gelatinosos...



El aviador experto se queda atrás



ORACIÓN UNO

ORACIÓN UNO




Altar de ramas,

vamos a coronar las sombras.

Tareas difíciles nos esperan

en los infiernos postergados.

Son:

el síncope de tordos, las mujeres fábula, las regiones niebla,

el cáncer del cielo.

BG

24mil veces

24000 VECES




Indios verdes, Cocoyoc,

Sanborns, gladiolas

Venustiano, San Miguel

Mártir, Coronas



El Emporio, Tlatelolco,

Benito Juárez, la Sirena



Xochimilco, las Flores

24000 veces Madero



Pero el azul cobalto,

del viaducto Alemán,

me quema



Peces que vuelan sobre el concreto

Mi esperma por primera vez voló

por las avenidas rancias

del Periférico



PParestesssia

PARESTESIA




Bucéfalo, torpe amigo,

miríadas de veces

recorren tu piel negra

las hormigas, furiosas orquídeas,

latigazos eléctricos

por el musculoso camino.

Los ríos se tiñen de rápida gloria

—no la mía—

y me indican, muslo izquierdo,

la alineación del contrario.



Conozco su mirada mineral,

su mando sin emociones,

cantado melodrama,

sin torpes canciones de guerra.



Mordiente,

nacido por mí,

para mi desgracia,

el enemigo

me aniquila.

HAMACA


HAMACA



También “del verano”,

Islas desiertas.



Ambientes de luciferinos sones.



Destacan amapolas

cultivadas

por la industriosa

pareja de pescadores:

Pablo y el de sombrero

de ensalada.



Casa de pan,

noche de albahaca.



Hundidos en el océano,

los buscadores de noticias,

borrosos de tanto llorar

la espera,

se alambran,

rebautizados.

Son, ahora,

consumidores de madera vieja,

animales de piel grasosa.

Ven llegar cada mañana,

cada hora,

tan lejos de Greenwich,

tan cerca del hielo,

sin que la impaciencia

los devore.

MONASTERIO MARINO

MONASTERIO MARINO




A la cita inevitable

la ilumina tenue

la llama verde.



En la breve Nave

satisfago saladas imaginaciones.



Me llevan.



Derribamos el orden, el de afuera.

Celebramos:

frágiles y acorazados,

ávidos y atrevidos,

sucios y gozosos,

históricos y desgarbados,

inesperadas revelaciones

y conocidos, muy viejos.



Los mortales contemplamos la gloria,

la nuestra.



En la más insoslayable

sesión de miradas,

se ahoga y desahoga la cofradía

de miembros.



Como clásico matiz

un tercero sale.



Dejo el mundo.



martes, 5 de octubre de 2010

Ilusión

Ilusión

Mis pequeñas agonías




Yo te busqué toda la noche, tú no sabes...

Pensé que estabas, por ejemplo, caminando por las calles

sin paraguas, sin lamentos, sin horarios.

Busqué tu cara, tus insólitos modales.

Subí, bajé por escaleras puentes, taxis,

periféricos, viaductos, ejes viales.

Seguí tu rastro adivinando los detalles.

Tu despertar, tu voz, tu nombre, tus manías...

Tu piel, tu paso, tu saludo, tus pequeñas agonías.

Imaginé por un momento que a lo lejos te veía...

Qué confusión, no puede ser, estoy soñando...

Qué voy a hacer, debo correr, me está esperando.

Voy para allá, le voy a hablar: Tal vez

un hola, qué pasó, dónde estuviste.

O en esos casos es mejor un simple:

Bueno, ¿y cómo estás? ¿A dónde vas?,

¿vienes conmigo?

Llegué por fin y enmudecí.

Me congelé, me enfurecí,

hoy todavía no lo puedo resistir.

Llegué a la esquina y no te vi.

Te escabulliste, te escondiste, te escapaste.

Eras un sueño, una visión, una vulgar aparición.



Yo te busqué toda la noche tú no sabes.

No te encontré, sigo esperando que tú vuelvas.

Sigo esperando que algún día tú aparezcas por las calles.


Benjamín Gavarre

perros

El pasado da reflejos


como un retrovisor roto

mi perro reclama:

está aquí, es hermoso.

Los perros de otros días son imágenes

... sin olor

que viven

con otras perras

otras alegrías

ajenas

distorsionadas

Son ajenos

sssson perros de Otros

Envejecieron

Son Otros perros

miércoles, 4 de junio de 2008

DESOLACION

Para reinar... La perra noche.
BG

láminas de alabastro

Láminas de alabastro, 
luz enjuta sin frío. 
Libre marmota en hielo; no calor,
no Camino.
Sólo contemplo las aves azules,
sus párpados de mirada hueca
se asoman por ventanas de inocencia súbita,
aladas como las escamas de una misma 
nueva especie 
marina.
En sus cabezas de medusa
se distingue una silueta de alucinógena hembra.
Un macho cabrío teje sus lamentos.
Jeremías resucita. 
No hay destino.
La desesperada Fuente dice: 
aliento llega...
La misma sensación marina se vuelve de nuevo azul.

Me desenfundo una vez más en este acantilado
lleno de peces 
imposibles.
La colonia. 
El arrecife es vital.
Es redondo
como un suspiro.
La memoria de tantos oleajes me dice:
agua viva. 
Agua viva. 
Más que una rosa virgen,
elemento de dios,
agua invisible,
si el tiempo tiene números,
dejémoslo correr por donde sigue...
Yo tengo un hijo nuevo
que se baña en las fauces del milagro 
que desata sus ojos infinitos.
Ése fue el primer verso, 
pero no estaba escrito de ese modo. 
No podría describirse. 
La naturaleza insensata
de su ritmo
se mueve 
y se mueve
sin embargo 
como una gota lúcida.
Se mueve
en el río y la ciudad. 
Las voces del río me alcanzan 
y los sonidos del ave se acercan.
Los mismos que conocí hace poco

Un vuelo 
un albatros
un albatros vivo
una U que llega y me marea...
La muerte está desnuda
inaugurando feliz cada principio
sólo se viste con su capa
de diosa
para enlutar la gloria que posee cada fin:
No me merezco la latitud hinchada de su nombre
no me explico la inmaculada fe de un parpadeo
Los oídos me estallan.
Cada letra escuchada
me recuerda otros tiempos...
Tiempos menos fortuitos

Benjamín Gavarre y Esaú Corona

viernes, 23 de mayo de 2008

NADA y Priscila



Se manchó los dedos con su pluma atómica y decidió que no escribiría ninguna nota que explicara su suicidio.




LA GORDA PRISCILA



















SE SIENTE CLEOPATRA.


















SE BAÑA EN SU LECHE,


















MI MIRA, ME MIRA.










































PLATICA CONMIGO,


















ME MIRA, ME MIRA.










































SE SUBE A LA CAMA,


















ME SUELTA SU COLA.










































LA GORDA PRISCILA


















ME MIRA, ME MIRA.










































SE PONE SUS CREMAS,


















ME LLEVA A LA CAMA.


















POLVEA SUS NALGAS.


































































LA GORDA, LA GORDA,


















SE RIE Y SE CALLA.










































SE PONE RUBOR


















Y SE UNTA LAS PATAS.










































ME CANTA CON FUERZA,


















LA POBRE ES MALSANA,


















Y HABRÁ QUE CUIDARLA.


















ES LINDA Y ES FRÁGIL.


































































SE MUERE DE AMOR,


















SE MECE, SE MECE…










































CUAL GATA, COQUETA,


















ME UNTA MENJURJES,


















DE SAVIA, DE COLCHA,


















SE LLAMA CRISTINA,


















SE DICE PRISCILA,


















SE VUELVE UNA ESCLAVA,


















DE LUCES Y ESTRELLAS.










































QUIERE SER MUCAMA,


















SE VISTE DE ARMIÑO.


















QUIERE SER MODELO,


















LAMENTA SU ESTAMPA,


















SE CUBRE LAS CANAS,


















YA ES UN POCO VIEJA.


















¡QUIÉN QUIERE COMPRARLA!










































POR LA QUINTA COPA


















DE CAMA TRAS CAMA,


















DE ORILLA EN ORILLA,


















LA GORDA CRISTINA,






PRISCILA, PRISCILA,


















MUCHACHA O MOFETA,


















SE VISTE DISCRETA,


















SE ESCUCHA SU RISA,


















ESTRELLA DE MODA,


















LA GORDA PRISCILA,


















SE COMPRA UN MARIDO,


















SE VISTE DE RUBIO,


















SE PINTA LAS UÑAS,


















TACONES DE ESMALTE,


















DE TONOS SIN FIN.










































SU CUELLO ARRUGADO,


















NO QUIERE SER VISTA,


















SE MUERE DE ASFIXIA.










































LA GORDA NO ES GATA,


















NO ES BELLA, NO ES FLACA.










































SE MAQUILLA LINDA:


















SE HOSPEDA EN UN CERILLO.


















SU VIDA ES UN RESPIRO,


















SU CUERPO, UN ATAÚD.






































































































EL EQUILIBRISTA

* * *
Después de haber dejado la corbata empieza a caminar por la sala de su casa. Se dispone a dar el segundo paso; retrocede y quiere avanzar de nuevo; da el siguiente paso; luego, el último.



Benjamín Gavarre

LYZBETH

 De bruja, corcel de bruja quisiera. Te invoco bajo el nombre de la más puta. Sales de la persiana, puta de todos los cerrojos. Tu nombre no es Alberta, no es Beltrana; sin camisa hueca te hueles los sobacos, enredada en sandalias de pátina roja. Josefina horrorizada te observa a ti en tu mala casa de bestia de chancro blando. Bruja de la puerta, de todas las puertas subterráneas. Sin engaño subes con toda la noche. LyZbeth que me quiere hipnotizar y luego flagelar, oh Cerda, te nombro con todos las horas que vendrán, muy putas, ¡LyZbeth!
Benjamín Gavarre

¡Dónde están!



Es territorio fangoso, pero detrás del escudo vive un ámbito de peces, refugio de coral. Luminosos amigos
nos esperan.
Benjamín Gavarre

El Mago

 Se puso la chistera; sonrío a su imagen; retocó el bigote; abrió la puerta: salió.
Después de los aplausos entró a su camerino; se quitó la chistera y la puso encima de la cama.
Los aplausos seguían a lo lejos, insistentes. El espejo, complacido, lo miró, para siempre, por última vez. 

 Benjamín Gavarre

jueves, 22 de mayo de 2008

Destino


La estrella estaba muerta.

También
el pescador
que nunca se
ENTERÓ
del pronóstico del tiempo.



De nada

De
nada

De dónde
Eh!!!

Dime



Mezclados doy,
di,
dardos desnudos.


Debes,
don de duendes,

darme la de todos

los de débil dinastía. 

De adelante donde duele dame. 


!Dameeeee!!


¡Demonios!

¡Diablos!



 ¡Déjame decirte!


Decía.


¡Ejemmh!

Debes




¡Debes!!!!!!

Doblemente:
decidirte: 


Deja sordos ademanes,

digo,

de dura,

dudosa,

procedencia. 


Dando de todos modos 

dobleces terminados,

de dichas decenas de diamantes,

días encendidos, 

despedida despacio

quedo diré,


desde dentro:


desdén


DESDÉN

sÍ,


DESDÉN!!!!


NO

desdibujado.





dibujado


muy

DIBUJADO



dibujado



DIBUJAAAAAAADOOOOO






Benjamín Gavarre















VERANO

 ↑ ¤ V E R A N O

La fría paleta de limón era un estorbo, el sol se había derretido.

  Benjamín Gavarre

CATEDRAL DE OLAS

Viene alba vital con la espera de un alivio. 
El viento, en las cortinas. 
El mar, atento a la duda,
a la traición,
al sueño y al olvido. 


Fatalidad



Salió de su casa y pensó que subiría al autobús. Corrió. La señal fue notoria, simple. Lo atropellaron. Era previsible, necesario sin duda.
Benjamín Gavarre

miércoles, 21 de mayo de 2008

Albatros

Albatros viene.
Es del color de la cera y no cuenta las horas. 
Tiene la sonrisa de un tumulto 
en llamas. 
Atento sonrío a su caudal de razones
a sus fabuladas nuevas,
a sus Aleteos de locura.
De albatros viene
de amorosa E 
de amorosa U
En pleno vuelo 
A tiempo, 
desde luego:
Se marea.
Se disgrega. 
Gesticula.
Sin resistencia
desvaría.
Conviene a su estatura
la risa y el gesto del Clown.
Desciende despacio...
desde la magnífica estatura de sus alas 
Profundo tu aliento: 
sin aliento me dejas. 
Sucumbo tartamudo.
Sí, y más tu vientre. 
Alba Atroz 


Albatros:

ESAÚ

Benjamín Gavarre

Viaje redondo

 La esencia de un perfume:
Altas olas (definitivo altar).
La flecha se aventura al cielo.
Fresco pino, 
estremecedor anhelo.
Un río: 
una sonrisa de manzanas de aceite,
de atardecer redondo.
Benjamín Gavarre

Señales

Señales llegan

Luz salada. Y se despereza,
eterno, el Animal,
el mar, en olas. 

Señales lejos

Mapa inútil, sin lágrima: 
el caparazón de la tortuga.

Señales sin sueño

Danza inicial, Iris cretácico: 
sombra de ropajes tintos. 

Señales soledad
Ventana sin afuera:
Los dioses, jeroglíficos, 
se asoman.  

Señales al final

La sonrisa fósil del insecto
se hace sol,
luz total,
rotundo rojo

Benjamín Gavarre

¿No te gustó?

¿No te gustó? Mientras tengo la boca pegada en el espejo escucho el radio shu shu garaluz Mis ojos grandes Apago la luz y la pupila abierta enorme se inunda Prendo la lámpara Ni una lágrima Yo * Salgo a la calle Olvidé el sombrero No yo no uso Mis ojos turbios tengo frío ¡qué semáforos! ¿Por qué la lluvia es verde? La mesera no me entiende Con dos cucharadas le digo No me sirve nada me voy * Voy a prender otro cigarro me gustaría un sombrero Voy a entrar al cine Ultima butaca Un tipo se acerca me la agarra me masturba me voy película sin títulos no sé alemán me voy no veo la cara del tipo me vine me voy qué asco de película * No voy a cerrar la puerta y no me importa que se enoje Maldito gato, me araña la pierna; lárgate, así está mejor. Comida, eso está bien; qué tiene este pendejo; mermelada, cajeta, pan en celofán, leche; todo; que vuelva a comprar. Mejor ya me duermo; o qué, ¿lo espero?

BG

martes, 20 de mayo de 2008

Desierto de los leones

 DESIERTO DE LOS LEONES

Recorro las ermitas mutiladas,
las capillas de vahos y lamentos musgos.
El aire se confunde y me entretengo en poseer
la visión de los que vienen: 
soy de ellos, somos nosotros, 
carmelitas desnudos.
Levitamos.
Monje de ayunos, de cilicios,
tu sola mano me lleva, a mí,
discípulo sin fe,
por líneas curvas,
jardines, techos, campanario: 
barco en ruinas.
Es la primera batalla del viento,
en mar remoto, 
y gana Bruma.
Sobre la bóveda arenosa de la ermita: 
el caracol marino, la estrella, el pez:
Desprevenidos todos. 
―Detrás de los manglares turquesa se oculta
Satanás, 
me dice el monje.
―Soy Ehécatl, me dice un soplo:
presagio mil aires; 
soy pájaro cáncer, 
temblor de templos. 
Los monjes me miran con sus ojos rotos.
Perforación de un cráneo, 
el mío:
no soy, 
no,
no soy de ellos.
Convento precipicio,
no despierto.
Me sale en fosa-menta el alma. 

El agua en este mar convento es un brebaje anfibio.

Monje espurio, tampoco soy azteca.
Con venas saladas, me mareo.
Tras súbito vuelco, sin espanto,
crepito en ola
y casi no distingo
a los monjes sin sus anclas y sus vergas,
sin sus mástiles,
sus velas.
No acudirán al arribo de los dioses del oriente,
o dios,
ni yo tampoco.

Cuando alcanzo a vigilar las carabelas humo,
los follajes luz, gris perla,
miro pared, tapiz, lámpara,
y ese no soy
ya no
no lo aseguro. 

Benjamín Gavarre 
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