... y la última sorpresa
Conozco todos los rincones de este mundo,
sus sombras, sus gestos agrios...
y esas raras luces que escoltan
a los espectros.
Ya no me sorprenden
ni la media luna,
ni los alaridos de la calle,
ni los ultimos mensajes
del suicida.
Seguiré aquí viviendo en la extinción,
poco a poquito,
al menos con la comedia y la música,
como alivio,
en este deshacerse poco a poco,
hasta ese maldito final que nunca llega.
