La mandarina es un fruto gozoso. No es el tema. Es el pretexto. Contrasta con el negro.
miércoles, 4 de junio de 2008
láminas de alabastro
luz enjuta sin frío.
Libre marmota en hielo; no calor,
no Camino.
Sólo contemplo las aves azules,
sus párpados de mirada hueca
se asoman por ventanas de inocencia súbita,
aladas como las escamas de una misma
nueva especie
marina.
En sus cabezas de medusa
se distingue una silueta de alucinógena hembra.
Un macho cabrío teje sus lamentos.
Jeremías resucita.
No hay destino.
La desesperada Fuente dice:
aliento llega...
La misma sensación marina se vuelve de nuevo azul.
Me desenfundo una vez más en este acantilado
lleno de peces
imposibles.
La colonia.
El arrecife es vital.
como un suspiro.
La memoria de tantos oleajes me dice:
agua viva.
Agua viva.
Más que una rosa virgen,
elemento de dios,
agua invisible,
si el tiempo tiene números,
dejémoslo correr por donde sigue...
Yo tengo un hijo nuevo
que se baña en las fauces del milagro
que desata sus ojos infinitos.
Ése fue el primer verso,
pero no estaba escrito de ese modo.
No podría describirse.
La naturaleza insensata
de su ritmo
se mueve
y se mueve
como una gota lúcida.
Se mueve
en el río y la ciudad.
Las voces del río me alcanzan
y los sonidos del ave se acercan.
Los mismos que conocí hace poco
Un vuelo
un albatros
un albatros vivo
una U que llega y me marea...
La muerte está desnuda
inaugurando feliz cada principio
sólo se viste con su capa
de diosa
para enlutar la gloria que posee cada fin:
No me merezco la latitud hinchada de su nombre
no me explico la inmaculada fe de un parpadeo
Los oídos me estallan.
Cada letra escuchada
me recuerda otros tiempos...
Tiempos menos fortuitos
Benjamín Gavarre y Esaú Corona
viernes, 23 de mayo de 2008
NADA y Priscila
LA GORDA PRISCILA
SE SIENTE CLEOPATRA.
SE BAÑA EN SU LECHE,
MI MIRA, ME MIRA.
PLATICA CONMIGO,
ME MIRA, ME MIRA.
SE SUBE A LA CAMA,
ME SUELTA SU COLA.
LA GORDA PRISCILA
ME MIRA, ME MIRA.
SE PONE SUS CREMAS,
ME LLEVA A LA CAMA.
POLVEA SUS NALGAS.
LA GORDA, LA GORDA,
SE RIE Y SE CALLA.
SE PONE RUBOR
Y SE UNTA LAS PATAS.
ME CANTA CON FUERZA,
LA POBRE ES MALSANA,
Y HABRÁ QUE CUIDARLA.
ES LINDA Y ES FRÁGIL.
SE MUERE DE AMOR,
SE MECE, SE MECE…
CUAL GATA, COQUETA,
ME UNTA MENJURJES,
DE SAVIA, DE COLCHA,
SE LLAMA CRISTINA,
SE DICE PRISCILA,
SE VUELVE UNA ESCLAVA,
DE LUCES Y ESTRELLAS.
QUIERE SER MUCAMA,
SE VISTE DE ARMIÑO.
QUIERE SER MODELO,
LAMENTA SU ESTAMPA,
SE CUBRE LAS CANAS,
YA ES UN POCO VIEJA.
¡QUIÉN QUIERE COMPRARLA!
POR LA QUINTA COPA
DE CAMA TRAS CAMA,
DE ORILLA EN ORILLA,
LA GORDA CRISTINA,
PRISCILA, PRISCILA,
MUCHACHA O MOFETA,
SE VISTE DISCRETA,
SE ESCUCHA SU RISA,
ESTRELLA DE MODA,
LA GORDA PRISCILA,
SE COMPRA UN MARIDO,
SE VISTE DE RUBIO,
SE PINTA LAS UÑAS,
TACONES DE ESMALTE,
DE TONOS SIN FIN.
SU CUELLO ARRUGADO,
NO QUIERE SER VISTA,
SE MUERE DE ASFIXIA.
LA GORDA NO ES GATA,
NO ES BELLA, NO ES FLACA.
SE MAQUILLA LINDA:
SE HOSPEDA EN UN CERILLO.
SU VIDA ES UN RESPIRO,
SU CUERPO, UN ATAÚD.
LYZBETH
El Mago
Benjamín Gavarre
jueves, 22 de mayo de 2008
De nada
nada
De dónde
Eh!!!
Dime
Mezclados doy,
di,
dardos desnudos.
Debes,
don de duendes,
darme la de todos
los de débil dinastía.
De adelante donde duele dame.
!Dameeeee!!
¡Demonios!
¡Diablos!
¡Déjame decirte!
Decía.
¡Ejemmh!
Tú
¡Debes!!!!!!
Doblemente:
Deja sordos ademanes,
digo,
de dura,
dudosa,
procedencia.
Dando de todos modos
dobleces terminados,
de dichas decenas de diamantes,
días encendidos,
despedida despacio
quedo diré,
desde dentro:
desdén
DESDÉN
sÍ,
DESDÉN!!!!
NO
desdibujado.
dibujado
muy
DIBUJADO
dibujado
DIBUJAAAAAAADOOOOO
Benjamín Gavarre
VERANO
CATEDRAL DE OLAS
El viento, en las cortinas.
El mar, atento a la duda,
a la traición,
miércoles, 21 de mayo de 2008
Albatros
Es del color de la cera y no cuenta las horas.
Tiene la sonrisa de un tumulto
en llamas.
Atento sonrío a su caudal de razones
a sus fabuladas nuevas,
a sus Aleteos de locura.
De albatros viene
de amorosa E
de amorosa U
En pleno vuelo
A tiempo,
desde luego:
Se marea.
Se disgrega.
Gesticula.
Sin resistencia
desvaría.
Conviene a su estatura
la risa y el gesto del Clown.
Desciende despacio...
desde la magnífica estatura de sus alas
Profundo tu aliento:
sin aliento me dejas.
Sucumbo tartamudo.
Sí, y más tu vientre.
Alba Atroz
Albatros:
ESAÚ
Benjamín Gavarre
Viaje redondo
Altas olas (definitivo altar).
La flecha se aventura al cielo.
Fresco pino,
estremecedor anhelo.
Un río:
una sonrisa de manzanas de aceite,
de atardecer redondo.
Señales
¿No te gustó? Monólogo sonámbulo. BEN GAVARRÉ.
¿No te gustó?
Monólogo
sonámbulo.
De Ben GAVARRE
Seguido de dos versiones de la breve narración.
(Se
enciende una luz tenue sobre el personaje, que está de pie frente a un espejo,
con la boca casi pegada a él. Habla en voz baja, casi susurrando).
(Se
toca los labios con la punta de los dedos, como si el espejo le quemara).
Tengo
la boca pegada en el espejo. El cristal está helado. ¿Es mi aliento lo que
empaña esta superficie o el calor de otra persona? (Se aleja un paso). ¿Eres
tú? (Se acerca de nuevo, inspeccionando su reflejo). Mis ojos… ¿son míos? Son
grandes. Demasiado grandes. ¿Es por la cercanía? O se dan cuenta de algo que me
pasa de noche… Ja, ja, me pasa de noche… Como si vieran algo que yo no… ¿qué
ves, tú?
(Se
aleja, se va hacia un rincón del escenario).
El
radio… (gesticula con la mano como si quisiera silenciar un ruido en el aire).
El shu shu garaluz. Habla… Háblame… ¿Yo? ¿A quién? No. No, no me entiendes. Mis
ojos turbios me perturban. Tengo las pupilas dilatadas. Tengo frío. Hace tanto
frío… ¿De dónde viene tanto frío? No viene del aire… (Se toca el pecho). Es de
aquí dentro.
(Regresa
al espejo. Lo mira con intensidad, y en un acto impulsivo, apaga la luz de un
interruptor imaginario).
La
luz… se fue. Y la pupila, ¡Dios!, se inunda… se inunda de negrura. Un vacío.
Prendo la lámpara… (vuelve a encender la luz imaginaria). Y ahí estás. (Toca el
espejo de nuevo). Un rostro sin lágrimas. Ni una sola. Yo… no lloro. Tú
tampoco. No podemos.
[Escenas
de sonambulismo]
(El
personaje comienza a caminar lentamente, como si estuviera en un trance, por el
escenario. Se detiene frente a una maceta imaginaria).
Aquí…
aquí está. (Se desabrocha los pantalones imaginarios). El excusado… el de los
sueños. El de las hojas. (Habla en voz baja, casi somnolienta). La tierra
suave… como un colchón. (Se “orina” en la maceta imaginaria y luego se
abrocha). Me voy a la cama. Pero no… no estoy en la cama. ¿Estoy aquí? (Se mira
los pies). Y mis hermanos me llevan. Me llevan, sí. Me recuestan… y me dicen
que estaba en la sala. Que estaba viendo la televisión. Veía la pantalla que
estaba en la ventana. Y me dijeron que estaba dormido. No recuerdo. Pero mis
pies están fríos.
(Se
levanta y camina hacia un rincón del escenario donde hay una canasta de ropa
imaginaria).
Busco…
busco algo. El olor… de él. Huele a ropa limpia. A suavizante. Busco su
camiseta. A mi amante. ¿A mi amante? (Se queda quieto, como si se preguntara a
sí mismo). El clóset… (se dirige hacia él, abriendo la puerta imaginaria). La
ropa en el cesto. No está. No te encuentro. Pero tú me esperas. ¿Dónde te
busco, si no existes?
(Se
detiene y coge un pan imaginario de una mesa).
Tengo
hambre. Es pan. (Lo muerde y mastica lentamente). Pan de dulce. Dulce como… la
cajeta. Pero agria. Agria. (Camina de nuevo, ya no se dirige a la canasta de
ropa, sino a otro lugar). Me lo llevo. A la cama. A ti. (Se acuesta en el
suelo, con el pan imaginario en la mano, y lo mira con una expresión de
desconcierto). Lo voy a dejar aquí… para cuando despierte. Pero… ¿cuándo
despierto?
(El
personaje se levanta, con una energía más agitada y confusa).
¿Dónde
estaba? ¡Qué semáforos! ¿Por qué la lluvia es verde? (Vuelve a las escenas
anteriores).
La
mesera… no me entiende. Con dos cucharadas… ¡le digo! No me sirve nada. Me voy.
Voy
a prender otro cigarro. Me gustaría un sombrero. Voy a entrar al cine. Ultima
butaca. Un tipo se acerca. Me la agarra… me la jala… me voy. Película sin
títulos. ¿Está en alemán? Me voy. No veo la cara del tipo. Me vine. Qué asco de
película. Salgo. Todo es humedad, oscuridad que las luces de los autos ahuyentan.
[El
desenlace]
(Vuelve
a su "casa". La luz en el escenario cambia a una más fría. Deja la
puerta abierta imaginaria).
No.
No voy a cerrar la puerta. Que se enoje. ¿Quién? La casa está vacía. Vacía de
ti. (Grita al aire). ¡Maldito gato! ¡Lárgate! (Se toca la pierna con una mano,
como si le doliera un arañazo). Así está mejor.
Comida.
Eso… sí. (Abre un refrigerador imaginario). Mermelada… cajeta… pan en celofán…
(Habla con voz fastidiada, como si le diera repulsión). Agrio. Todo está agrio.
Que vuelva a comprar.
(Se
sienta, se queda quieto, casi inmóvil, mirando al vacío).
Mejor
ya me duermo. (Bosteza, pero con la mirada fija). O… ¿lo espero? (Se levanta y
mira hacia el fondo del escenario, donde hay una sombra que podría ser su
reflejo).
¿A
quién espero, tú? ¿A ti? ¿Tienes una vida secreta que ni siquiera yo conozco?
Lo sabes, estoy seguro.
¿No
te gustó?
Relato
segunda versión
Mientras
tengo la boca pegada en el espejo, siento el frío del cristal calándome los
labios. ¿Soy yo el que mira o el que es mirado? El radio sigue con su cantinela
confusa, ese shu shu garaluz que parece hablar en un idioma olvidado. Mis ojos,
¿son realmente míos estas ventanas redondas y oscuras? Apago la luz y la
pupila, dilatándose hasta doler, se inunda de una negrura espesa, como un pozo
sin fondo. Prendo la lámpara y la luz amarilla me golpea, revelando un rostro
ajeno en el espejo. Ni una lágrima resbala. ¿Por qué no puedo llorar?
Salgo
a la calle. Un impulso ciego me arrastra. Olvidé el sombrero. ¿Pero yo uso
sombrero? No... o sí... a veces. ¿Quién lo usa entonces? Siento el aire frío
mordiéndome la piel, un escalofrío que no viene de la temperatura. Mis ojos...
¿por qué los siento tan turbios, como si mirara a través de un vaso sucio? ¡Qué
semáforos tan estridentes! Bailan con luces violetas y naranjas, pero... ¿por
qué esa mancha verde que lo cubre todo? ¿Por qué la lluvia que empieza a caer
tiene un brillo esmeralda y huele a metal oxidado?
Entro
al café. La mesera me mira con extrañeza. No entiendo lo que dice, su voz llega
distorsionada, como si hablara bajo el agua. Con dos cucharadas golpeo la mesa.
No, esto no es lo que quiero. Nada de esto me sirve. Me voy. ¿Adónde? No lo sé.
Mis pies me guían solos.
Voy
a prender otro cigarro. Mis dedos torpes no atinan a encontrar el encendedor.
¿Por qué tiemblan tanto? Me gustaría un sombrero. Uno grande, que me cubra del
mundo. Voy a entrar al cine. La sala está casi vacía. Ultima butaca. El
terciopelo rojo del asiento se siente húmedo y frío bajo mis manos. Un tipo se
acerca. No le veo la cara, solo una sombra que se cierne sobre mí. Siento su
mano agarrando la mía, llevándola a su entrepierna. Un escalofrío de asco y
confusión me recorre. Me agarra. ¿Por qué lo permite mi mano? Me voy. La
película parpadea en la pantalla, imágenes borrosas sin títulos. No entiendo alemán
o lo que sea que hablen. Me voy. Me vine. Una punzada de extrañeza. Me voy. Me
siento liberado pero solo del vientre. Todo es confuso.
No
voy a cerrar la puerta. ¿Por qué debería? Que entre quien quiera. Y no me
importa que se enoje. ¿Quién se enojaría? La casa está vacía... o no. Siento
una presencia en la oscuridad. Maldito gato. Sus ojos amarillos brillan como
brasas en la penumbra. Siento sus uñas clavándose en mi pierna. Lárgate. Así
está mejor. Silencio.
Comida.
Eso está bien. Mi estómago ruge. Abro el refrigerador. ¿Qué tiene este irresponsable
guardado aquí? Mermelada de fresa que huele a rosas muertas, cajeta dura como
piedra, pan envuelto en celofán pegajoso, leche agria. Todo. Que vuelva a
comprar.
Mejor
ya me duermo. El cansancio me pesa en los párpados. O qué. ¿Lo espero? Una
sombra al final del pasillo. ¿Y de qué vamos a hablar?
¿No te gustó?
Primera
versión.
¿No te
gustó? Mientras tengo la boca pegada en el espejo escucho el radio shu shu
garaluz Mis ojos grandes. Apago la luz y la pupila abierta enorme se inunda.
Prendo la lámpara. Ni una lágrima. Yo*
Salgo a
la calle. Olvidé el sombrero. No yo no uso. Mis ojos turbios. Tengo frío. ¡Qué
semáforos! ¿Por qué la lluvia es verde? La mesera no me entiende. Con dos
cucharadas, le digo. No me sirve nada. Me voy *
Voy a
prender otro cigarro. Me gustaría ponerme un sombrero. Voy a entrar al cine.
Ultima butaca. Un tipo se acerca me la agarra, me masturba, me voy, película
sin títulos, no sé alemán, me voy, no veo la cara del tipo, me vine, me voy,
qué asco de película *
No voy a
cerrar la puerta y no me importa que se enoje. Maldito gato, me araña la
pierna; lárgate, así está mejor. Comida, eso está bien. Qué tiene este irresponsable.
Mermelada, cajeta, pan en celofán, leche. Todo a punto de acabarse. Que vuelva
a comprar. Mejor ya me duermo; o qué, ¿lo espero?
martes, 20 de mayo de 2008
Desierto de los leones
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Lunita Me llamo Luna. Me encontraron en una llanta. La llanta era mi casa, mi cama, mi refugio. No conocí a mi padre, a mi madre...
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Didn't you like it? Sleepwalking monologue. By Ben Gavarré Followed by two versions of the short story.)) Didn't you like it? (A d...
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DIOSES DEL LABERINTO DE PADUA DIOSES ANTIGUOS DIOSES CERCANOS AL TEMBLOR DE LAS HORAS CONTIGUOS LÚBRICOS CÓSMICOS CÓMICOS...
