Frente al espejo sonrío. “¿Soy de la misma materia de los sueños?”. Mi cara es la misma y no es la misma. Soy el rastrillo. Soy el movimiento de una navaja de afeitar. ¿Soy mi cara? El agua se lleva pelo, sangre, tiempo. ¿Mi rostro es mío? ¿Y qué haré para salir? Nadie se fijará, no se darán cuenta. No te verán, no te verán... los demás. Qué importa si ahora quitas un poco del cabello que te queda. Lo quito. Es fácil. Eres una calavera. ¿Saldrás?
La mandarina es un fruto gozoso. No es el tema. Es el pretexto. Contrasta con el negro.
lunes, 27 de diciembre de 2010
Una decisión extrema
Frente al espejo sonrío. “¿Soy de la misma materia de los sueños?”. Mi cara es la misma y no es la misma. Soy el rastrillo. Soy el movimiento de una navaja de afeitar. ¿Soy mi cara? El agua se lleva pelo, sangre, tiempo. ¿Mi rostro es mío? ¿Y qué haré para salir? Nadie se fijará, no se darán cuenta. No te verán, no te verán... los demás. Qué importa si ahora quitas un poco del cabello que te queda. Lo quito. Es fácil. Eres una calavera. ¿Saldrás?
miércoles, 8 de diciembre de 2010
jueves, 7 de octubre de 2010
Y luz, la Vía Látex
Cuna de látex,
mi membrana tiembla.
Suelta la carne,
tapa el orificio que coagula el semen.
Esculpe ahora
con un fino bisturí.
Mundo de látex,
las palabras salen del hueco más profundo.
Aquí todos tienen hambre,
aunque nadie tiene tiempo.
El lugar está abierto para que la imaginación llegue
y nos toque por detrás de la cabeza.
La infinidad de lámparas me agobia
me aflige un ojo, me inyecta.
Y la Muerte dice:
―¿Quién te cuidará,
Ángel que nombras cada estrella con un nombre equivocado?
Abre tus alas, pequeño, soy pecadora
y me voy a involucrar contigo.
Dame una gota de tu más interna tibieza.
Haré que rías,
te llevaré a un estanque,
dulce tumba para ti,
futuro pez alado que volarás conmigo donde quieras.
Y luz
la Vía Látex.
mi membrana tiembla.
Suelta la carne,
tapa el orificio que coagula el semen.
Esculpe ahora
con un fino bisturí.
Mundo de látex,
las palabras salen del hueco más profundo.
Aquí todos tienen hambre,
aunque nadie tiene tiempo.
El lugar está abierto para que la imaginación llegue
y nos toque por detrás de la cabeza.
La infinidad de lámparas me agobia
me aflige un ojo, me inyecta.
Y la Muerte dice:
―¿Quién te cuidará,
Ángel que nombras cada estrella con un nombre equivocado?
Abre tus alas, pequeño, soy pecadora
y me voy a involucrar contigo.
Dame una gota de tu más interna tibieza.
Haré que rías,
te llevaré a un estanque,
dulce tumba para ti,
futuro pez alado que volarás conmigo donde quieras.
Y luz
la Vía Látex.
Elpez elHombre
...de movimiento azul
y verde
y luminoso.
He aquí el Pez el Hombre el Cuerpo la Piel
el MOVIMIENTO
y verde
y luminoso.
He aquí el Pez el Hombre el Cuerpo la Piel
el MOVIMIENTO
El yo
El Yo
estábamos confundidos.
Atribulábaste el sentido incluso.
Segmentabas amarillentamente el signo.
Mírame.
Sé mentalidad.
Sé pultura de espuma gratilotinante,
Comienza a devengar.
estábamos confundidos.
Atribulábaste el sentido incluso.
Segmentabas amarillentamente el signo.
Mírame.
Sé mentalidad.
Sé pultura de espuma gratilotinante,
Comienza a devengar.
Derriterios
Carne dispuesta a la llama, a la ceniza.
Carne hinchada de humores; va a reventar.
Y listo a quitarte el tenue pellejo,
yo también me desenfundo.
Y me da fuerte.
Y me llevo la cabaña al comedor.
Y como una sandía que se escapa sin querer dejar huella
de su carne roja,
nos hacemos derriterios,
¡y cómo arde!
Tercera persona
Ellas desearían ser sabías.
Ellos quieren ser distinguidos.
Él quiere salir en el periódico
y tener buena conciencia.
Ellas sueñan con un guía,
nosotros teníamos uno.
Él no quiere ser identificado.
Yo tengo un miedo mórbido a volverme ciego.
Ellos tienen lúbricas elucubraciones
todo el tiempo.
Ella se quiere morir.
Él está muerto.
Ellos quieren ser distinguidos.
Él quiere salir en el periódico
y tener buena conciencia.
Ellas sueñan con un guía,
nosotros teníamos uno.
Él no quiere ser identificado.
Yo tengo un miedo mórbido a volverme ciego.
Ellos tienen lúbricas elucubraciones
todo el tiempo.
Ella se quiere morir.
Él está muerto.
Griegos
El viaje ha terminado y
los desechos son desiguales.
Sin entender el modo
comenzamos a sentir un nuevo pantalón entre las piernas.
Nada más amable que una tertulia sin causa.
Mis amigos están dormidos a mi lado.
Los griegos
ya no son capaces de sobrevivir.
50 obscenidades
50 OBSCENIDADES 50
1243 razones para esquivar y para robar
a las mismas esqueléticas turbas
las 243.
5000 veces mierda comme il faut.
300 parejas acosadas con vitriolo.
También, gas letal para algunos.
20 verrugas hinchadas y 2 más
en la piel ajena.
Servirían 302 agujas para 50 vergas 50.
Y si no se permitiera una calvicie torpe,
me gustaría arrancarte el pellejo
con espátulas,
tijeras,
corta uñas,
50 centímetros de hilo
dental
y una gota de cianuro.
1243 razones para esquivar y para robar
a las mismas esqueléticas turbas
las 243.
5000 veces mierda comme il faut.
300 parejas acosadas con vitriolo.
También, gas letal para algunos.
20 verrugas hinchadas y 2 más
en la piel ajena.
Servirían 302 agujas para 50 vergas 50.
Y si no se permitiera una calvicie torpe,
me gustaría arrancarte el pellejo
con espátulas,
tijeras,
corta uñas,
50 centímetros de hilo
dental
y una gota de cianuro.
ARDE
ARDE
Arde tímido,
ciego sin ira,
que te asaltan las rameras
—y cada limosnero
Te piden emociones mínimas
los incrustados babeantes,
los prisioneros de ciudad mancha
la segregación del amasijo,
el cochambre,
el sebo,
la carne dura,
sin esperanza
sin sabor,
sin savia
Arde tímido,
ciego sin ira,
que te asaltan las rameras
—y cada limosnero
Te piden emociones mínimas
los incrustados babeantes,
los prisioneros de ciudad mancha
la segregación del amasijo,
el cochambre,
el sebo,
la carne dura,
sin esperanza
sin sabor,
sin savia
LA BARDA
LA BARDA
Ufanos días de certezas adolescentes,
días de tardes líquidas,
en todas direcciones
se detenían
complacientes
como si fuera una costumbre
La colosal antena de emociones
cambió de ruta
Nos fuimos todos
sin pensar en el último precipicio,
en el último salto.
Ufanos días de certezas adolescentes,
días de tardes líquidas,
en todas direcciones
se detenían
complacientes
como si fuera una costumbre
La colosal antena de emociones
cambió de ruta
Nos fuimos todos
sin pensar en el último precipicio,
en el último salto.
VOLCÁN DE CIEGOS
VOLCÁN DE CIEGOS
Algunos vapores me trastornan:
La voluntariosa selva pálida
converge en su altura medieval,
se estira, elevación difuminada.
La espera salta;
dominan las siluetas:
es un instante de luz.
Distinguidos locos
de mareados horizontes
explican a las Ostras
la disponibilidad del viento
Emisarios
de la vida ligera,
magra y especulativa,
se aletargan
Meridianos que alguna vez
se entretuvieron en abortar
el viaje,
se embrollan
Es la embarcación lodosa,
la botella sincopada
de lama emputecida
Es el Cielo convertido
en colmenas rebosantes
de cangrejos
gelatinosos...
El aviador experto se queda atrás
Algunos vapores me trastornan:
La voluntariosa selva pálida
converge en su altura medieval,
se estira, elevación difuminada.
La espera salta;
dominan las siluetas:
es un instante de luz.
Distinguidos locos
de mareados horizontes
explican a las Ostras
la disponibilidad del viento
Emisarios
de la vida ligera,
magra y especulativa,
se aletargan
Meridianos que alguna vez
se entretuvieron en abortar
el viaje,
se embrollan
Es la embarcación lodosa,
la botella sincopada
de lama emputecida
Es el Cielo convertido
en colmenas rebosantes
de cangrejos
gelatinosos...
El aviador experto se queda atrás
ORACIÓN UNO
ORACIÓN UNO
Altar de ramas,
vamos a coronar las sombras.
Tareas difíciles nos esperan
en los infiernos postergados.
Son:
el síncope de tordos, las mujeres fábula, las regiones niebla,
el cáncer del cielo.
BG
Altar de ramas,
vamos a coronar las sombras.
Tareas difíciles nos esperan
en los infiernos postergados.
Son:
el síncope de tordos, las mujeres fábula, las regiones niebla,
el cáncer del cielo.
BG
24mil veces
24000 VECES
Indios verdes, Cocoyoc,
Sanborns, gladiolas
Venustiano, San Miguel
Mártir, Coronas
El Emporio, Tlatelolco,
Benito Juárez, la Sirena
Xochimilco, las Flores
24000 veces Madero
Pero el azul cobalto,
del viaducto Alemán,
me quema
Peces que vuelan sobre el concreto
Mi esperma por primera vez voló
por las avenidas rancias
del Periférico
Indios verdes, Cocoyoc,
Sanborns, gladiolas
Venustiano, San Miguel
Mártir, Coronas
El Emporio, Tlatelolco,
Benito Juárez, la Sirena
Xochimilco, las Flores
24000 veces Madero
Pero el azul cobalto,
del viaducto Alemán,
me quema
Peces que vuelan sobre el concreto
Mi esperma por primera vez voló
por las avenidas rancias
del Periférico
PParestesssia
PARESTESIA
Bucéfalo, torpe amigo,
miríadas de veces
recorren tu piel negra
las hormigas, furiosas orquídeas,
latigazos eléctricos
por el musculoso camino.
Los ríos se tiñen de rápida gloria
—no la mía—
y me indican, muslo izquierdo,
la alineación del contrario.
Conozco su mirada mineral,
su mando sin emociones,
cantado melodrama,
sin torpes canciones de guerra.
Mordiente,
nacido por mí,
para mi desgracia,
el enemigo
me aniquila.
Bucéfalo, torpe amigo,
miríadas de veces
recorren tu piel negra
las hormigas, furiosas orquídeas,
latigazos eléctricos
por el musculoso camino.
Los ríos se tiñen de rápida gloria
—no la mía—
y me indican, muslo izquierdo,
la alineación del contrario.
Conozco su mirada mineral,
su mando sin emociones,
cantado melodrama,
sin torpes canciones de guerra.
Mordiente,
nacido por mí,
para mi desgracia,
el enemigo
me aniquila.
HAMACA
HAMACA
También “del verano”,
Islas desiertas.
Ambientes de luciferinos sones.
Destacan amapolas
cultivadas
por la industriosa
pareja de pescadores:
Pablo y el de sombrero
de ensalada.
Casa de pan,
noche de albahaca.
Hundidos en el océano,
los buscadores de noticias,
borrosos de tanto llorar
la espera,
se alambran,
rebautizados.
Son, ahora,
consumidores de madera vieja,
animales de piel grasosa.
Ven llegar cada mañana,
cada hora,
tan lejos de Greenwich,
tan cerca del hielo,
sin que la impaciencia
los devore.
MONASTERIO MARINO
MONASTERIO MARINO
A la cita inevitable
la ilumina tenue
la llama verde.
En la breve Nave
satisfago saladas imaginaciones.
Me llevan.
Derribamos el orden, el de afuera.
Celebramos:
frágiles y acorazados,
ávidos y atrevidos,
sucios y gozosos,
históricos y desgarbados,
inesperadas revelaciones
y conocidos, muy viejos.
Los mortales contemplamos la gloria,
la nuestra.
En la más insoslayable
sesión de miradas,
se ahoga y desahoga la cofradía
de miembros.
Como clásico matiz
un tercero sale.
Dejo el mundo.
A la cita inevitable
la ilumina tenue
la llama verde.
En la breve Nave
satisfago saladas imaginaciones.
Me llevan.
Derribamos el orden, el de afuera.
Celebramos:
frágiles y acorazados,
ávidos y atrevidos,
sucios y gozosos,
históricos y desgarbados,
inesperadas revelaciones
y conocidos, muy viejos.
Los mortales contemplamos la gloria,
la nuestra.
En la más insoslayable
sesión de miradas,
se ahoga y desahoga la cofradía
de miembros.
Como clásico matiz
un tercero sale.
Dejo el mundo.
martes, 5 de octubre de 2010
Ilusión
Ilusión
Mis pequeñas agonías
Yo te busqué toda la noche, tú no sabes...
Pensé que estabas, por ejemplo, caminando por las calles
sin paraguas, sin lamentos, sin horarios.
Busqué tu cara, tus insólitos modales.
Subí, bajé por escaleras puentes, taxis,
periféricos, viaductos, ejes viales.
Seguí tu rastro adivinando los detalles.
Tu despertar, tu voz, tu nombre, tus manías...
Tu piel, tu paso, tu saludo, tus pequeñas agonías.
Imaginé por un momento que a lo lejos te veía...
Qué confusión, no puede ser, estoy soñando...
Qué voy a hacer, debo correr, me está esperando.
Voy para allá, le voy a hablar: Tal vez
un hola, qué pasó, dónde estuviste.
O en esos casos es mejor un simple:
Bueno, ¿y cómo estás? ¿A dónde vas?,
¿vienes conmigo?
Llegué por fin y enmudecí.
Me congelé, me enfurecí,
hoy todavía no lo puedo resistir.
Llegué a la esquina y no te vi.
Te escabulliste, te escondiste, te escapaste.
Eras un sueño, una visión, una vulgar aparición.
Yo te busqué toda la noche tú no sabes.
No te encontré, sigo esperando que tú vuelvas.
Sigo esperando que algún día tú aparezcas por las calles.
Benjamín Gavarre
Mis pequeñas agonías
Yo te busqué toda la noche, tú no sabes...
Pensé que estabas, por ejemplo, caminando por las calles
sin paraguas, sin lamentos, sin horarios.
Busqué tu cara, tus insólitos modales.
Subí, bajé por escaleras puentes, taxis,
periféricos, viaductos, ejes viales.
Seguí tu rastro adivinando los detalles.
Tu despertar, tu voz, tu nombre, tus manías...
Tu piel, tu paso, tu saludo, tus pequeñas agonías.
Imaginé por un momento que a lo lejos te veía...
Qué confusión, no puede ser, estoy soñando...
Qué voy a hacer, debo correr, me está esperando.
Voy para allá, le voy a hablar: Tal vez
un hola, qué pasó, dónde estuviste.
O en esos casos es mejor un simple:
Bueno, ¿y cómo estás? ¿A dónde vas?,
¿vienes conmigo?
Llegué por fin y enmudecí.
Me congelé, me enfurecí,
hoy todavía no lo puedo resistir.
Llegué a la esquina y no te vi.
Te escabulliste, te escondiste, te escapaste.
Eras un sueño, una visión, una vulgar aparición.
Yo te busqué toda la noche tú no sabes.
No te encontré, sigo esperando que tú vuelvas.
Sigo esperando que algún día tú aparezcas por las calles.
Benjamín Gavarre
perros
El pasado da reflejos
como un retrovisor roto
mi perro reclama:
está aquí, es hermoso.
Los perros de otros días son imágenes
... sin olor
que viven
con otras perras
otras alegrías
ajenas
distorsionadas
Son ajenos
sssson perros de Otros
Envejecieron
Son Otros perros
como un retrovisor roto
mi perro reclama:
está aquí, es hermoso.
Los perros de otros días son imágenes
... sin olor
que viven
con otras perras
otras alegrías
ajenas
distorsionadas
Son ajenos
sssson perros de Otros
Envejecieron
Son Otros perros
miércoles, 4 de junio de 2008
láminas de alabastro
Láminas de alabastro,
luz enjuta sin frío.
Libre marmota en hielo; no calor,
no Camino.
Sólo contemplo las aves azules,
sus párpados de mirada hueca
se asoman por ventanas de inocencia súbita,
aladas como las escamas de una misma
nueva especie
marina.
En sus cabezas de medusa
se distingue una silueta de alucinógena hembra.
Un macho cabrío teje sus lamentos.
Jeremías resucita.
No hay destino.
La desesperada Fuente dice:
aliento llega...
La misma sensación marina se vuelve de nuevo azul.
luz enjuta sin frío.
Libre marmota en hielo; no calor,
no Camino.
Sólo contemplo las aves azules,
sus párpados de mirada hueca
se asoman por ventanas de inocencia súbita,
aladas como las escamas de una misma
nueva especie
marina.
En sus cabezas de medusa
se distingue una silueta de alucinógena hembra.
Un macho cabrío teje sus lamentos.
Jeremías resucita.
No hay destino.
La desesperada Fuente dice:
aliento llega...
La misma sensación marina se vuelve de nuevo azul.
Me desenfundo una vez más en este acantilado
lleno de peces
imposibles.
La colonia.
El arrecife es vital.
Es redondo
como un suspiro.
La memoria de tantos oleajes me dice:
agua viva.
Agua viva.
Más que una rosa virgen,
elemento de dios,
agua invisible,
si el tiempo tiene números,
dejémoslo correr por donde sigue...
Yo tengo un hijo nuevo
que se baña en las fauces del milagro
que desata sus ojos infinitos.
Ése fue el primer verso,
pero no estaba escrito de ese modo.
No podría describirse.
La naturaleza insensata
de su ritmo
se mueve
y se mueve
como un suspiro.
La memoria de tantos oleajes me dice:
agua viva.
Agua viva.
Más que una rosa virgen,
elemento de dios,
agua invisible,
si el tiempo tiene números,
dejémoslo correr por donde sigue...
Yo tengo un hijo nuevo
que se baña en las fauces del milagro
que desata sus ojos infinitos.
Ése fue el primer verso,
pero no estaba escrito de ese modo.
No podría describirse.
La naturaleza insensata
de su ritmo
se mueve
y se mueve
sin embargo
como una gota lúcida.
Se mueve
en el río y la ciudad.
Las voces del río me alcanzan
y los sonidos del ave se acercan.
Los mismos que conocí hace poco
Un vuelo
un albatros
un albatros vivo
una U que llega y me marea...
La muerte está desnuda
inaugurando feliz cada principio
sólo se viste con su capa
de diosa
para enlutar la gloria que posee cada fin:
No me merezco la latitud hinchada de su nombre
no me explico la inmaculada fe de un parpadeo
Los oídos me estallan.
Cada letra escuchada
me recuerda otros tiempos...
Tiempos menos fortuitos
Benjamín Gavarre y Esaú Corona
como una gota lúcida.
Se mueve
en el río y la ciudad.
Las voces del río me alcanzan
y los sonidos del ave se acercan.
Los mismos que conocí hace poco
Un vuelo
un albatros
un albatros vivo
una U que llega y me marea...
La muerte está desnuda
inaugurando feliz cada principio
sólo se viste con su capa
de diosa
para enlutar la gloria que posee cada fin:
No me merezco la latitud hinchada de su nombre
no me explico la inmaculada fe de un parpadeo
Los oídos me estallan.
Cada letra escuchada
me recuerda otros tiempos...
Tiempos menos fortuitos
Benjamín Gavarre y Esaú Corona
viernes, 23 de mayo de 2008
NADA y Priscila
Se manchó los dedos con su pluma atómica y decidió que no escribiría ninguna nota que explicara su suicidio.
LA GORDA PRISCILA
SE SIENTE CLEOPATRA.
SE BAÑA EN SU LECHE,
MI MIRA, ME MIRA.
PLATICA CONMIGO,
ME MIRA, ME MIRA.
SE SUBE A LA CAMA,
ME SUELTA SU COLA.
LA GORDA PRISCILA
ME MIRA, ME MIRA.
SE PONE SUS CREMAS,
ME LLEVA A LA CAMA.
POLVEA SUS NALGAS.
LA GORDA, LA GORDA,
SE RIE Y SE CALLA.
SE PONE RUBOR
Y SE UNTA LAS PATAS.
ME CANTA CON FUERZA,
LA POBRE ES MALSANA,
Y HABRÁ QUE CUIDARLA.
ES LINDA Y ES FRÁGIL.
SE MUERE DE AMOR,
SE MECE, SE MECE…
CUAL GATA, COQUETA,
ME UNTA MENJURJES,
DE SAVIA, DE COLCHA,
SE LLAMA CRISTINA,
SE DICE PRISCILA,
SE VUELVE UNA ESCLAVA,
DE LUCES Y ESTRELLAS.
QUIERE SER MUCAMA,
SE VISTE DE ARMIÑO.
QUIERE SER MODELO,
LAMENTA SU ESTAMPA,
SE CUBRE LAS CANAS,
YA ES UN POCO VIEJA.
¡QUIÉN QUIERE COMPRARLA!
POR LA QUINTA COPA
DE CAMA TRAS CAMA,
DE ORILLA EN ORILLA,
LA GORDA CRISTINA,
PRISCILA, PRISCILA,
MUCHACHA O MOFETA,
SE VISTE DISCRETA,
SE ESCUCHA SU RISA,
ESTRELLA DE MODA,
LA GORDA PRISCILA,
SE COMPRA UN MARIDO,
SE VISTE DE RUBIO,
SE PINTA LAS UÑAS,
TACONES DE ESMALTE,
DE TONOS SIN FIN.
SU CUELLO ARRUGADO,
NO QUIERE SER VISTA,
SE MUERE DE ASFIXIA.
LA GORDA NO ES GATA,
NO ES BELLA, NO ES FLACA.
SE MAQUILLA LINDA:
SE HOSPEDA EN UN CERILLO.
SU VIDA ES UN RESPIRO,
SU CUERPO, UN ATAÚD.
LYZBETH
De bruja, corcel de bruja quisiera. Te invoco bajo el nombre de la más puta. Sales de la persiana, puta de todos los cerrojos. Tu nombre no es Alberta, no es Beltrana; sin camisa hueca te hueles los sobacos, enredada en sandalias de pátina roja. Josefina horrorizada te observa a ti en tu mala casa de bestia de chancro blando. Bruja de la puerta, de todas las puertas subterráneas. Sin engaño subes con toda la noche. LyZbeth que me quiere hipnotizar y luego flagelar, oh Cerda, te nombro con todos las horas que vendrán, muy putas, ¡LyZbeth!
Benjamín Gavarre
El Mago
Se puso la chistera; sonrío a su imagen; retocó el bigote; abrió la puerta: salió.
Después de los aplausos entró a su camerino; se quitó la chistera y la puso encima de la cama.
Los aplausos seguían a lo lejos, insistentes. El espejo, complacido, lo miró, para siempre, por última vez.
Benjamín Gavarre
Benjamín Gavarre
jueves, 22 de mayo de 2008
De nada
De
nada
De dónde
Eh!!!
Dime
Mezclados doy,
di,
dardos desnudos.
Debes,
don de duendes,
darme la de todos
los de débil dinastía.
De adelante donde duele dame.
!Dameeeee!!
¡Demonios!
¡Diablos!
¡Déjame decirte!
nada
De dónde
Eh!!!
Dime
Mezclados doy,
di,
dardos desnudos.
Debes,
don de duendes,
darme la de todos
los de débil dinastía.
De adelante donde duele dame.
!Dameeeee!!
¡Demonios!
¡Diablos!
¡Déjame decirte!
Decía.
¡Ejemmh!
Debes
Tú
¡Debes!!!!!!
Doblemente:
Tú
¡Debes!!!!!!
Doblemente:
decidirte:
Deja sordos ademanes,
digo,
de dura,
dudosa,
procedencia.
Dando de todos modos
dobleces terminados,
de dichas decenas de diamantes,
días encendidos,
despedida despacio
quedo diré,
desde dentro:
desdén
DESDÉN
sÍ,
DESDÉN!!!!
NO
desdibujado.
dibujado
muy
DIBUJADO
dibujado
DIBUJAAAAAAADOOOOO
Benjamín Gavarre
Deja sordos ademanes,
digo,
de dura,
dudosa,
procedencia.
Dando de todos modos
dobleces terminados,
de dichas decenas de diamantes,
días encendidos,
despedida despacio
quedo diré,
desde dentro:
desdén
DESDÉN
sÍ,
DESDÉN!!!!
NO
desdibujado.
dibujado
muy
DIBUJADO
dibujado
DIBUJAAAAAAADOOOOO
Benjamín Gavarre
VERANO
↑ ¤ V E R A N O
La fría paleta de limón era un estorbo, el sol se había derretido.
Benjamín Gavarre
CATEDRAL DE OLAS
Viene alba vital con la espera de un alivio.
El viento, en las cortinas.
El mar, atento a la duda,
a la traición,
El viento, en las cortinas.
El mar, atento a la duda,
a la traición,
al sueño y al olvido.
miércoles, 21 de mayo de 2008
Albatros
Albatros viene.
Es del color de la cera y no cuenta las horas.
Tiene la sonrisa de un tumulto
en llamas.
Atento sonrío a su caudal de razones
a sus fabuladas nuevas,
a sus Aleteos de locura.
De albatros viene
de amorosa E
de amorosa U
En pleno vuelo
A tiempo,
desde luego:
Se marea.
Se disgrega.
Gesticula.
Sin resistencia
desvaría.
Conviene a su estatura
la risa y el gesto del Clown.
Desciende despacio...
desde la magnífica estatura de sus alas
Profundo tu aliento:
sin aliento me dejas.
Sucumbo tartamudo.
Sí, y más tu vientre.
Alba Atroz
Albatros:
ESAÚ
Benjamín Gavarre
Es del color de la cera y no cuenta las horas.
Tiene la sonrisa de un tumulto
en llamas.
Atento sonrío a su caudal de razones
a sus fabuladas nuevas,
a sus Aleteos de locura.
De albatros viene
de amorosa E
de amorosa U
En pleno vuelo
A tiempo,
desde luego:
Se marea.
Se disgrega.
Gesticula.
Sin resistencia
desvaría.
Conviene a su estatura
la risa y el gesto del Clown.
Desciende despacio...
desde la magnífica estatura de sus alas
Profundo tu aliento:
sin aliento me dejas.
Sucumbo tartamudo.
Sí, y más tu vientre.
Alba Atroz
Albatros:
ESAÚ
Benjamín Gavarre
Viaje redondo
La esencia de un perfume:
Altas olas (definitivo altar).
La flecha se aventura al cielo.
Fresco pino,
estremecedor anhelo.
Un río:
una sonrisa de manzanas de aceite,
de atardecer redondo.
Altas olas (definitivo altar).
La flecha se aventura al cielo.
Fresco pino,
estremecedor anhelo.
Un río:
una sonrisa de manzanas de aceite,
de atardecer redondo.
Benjamín Gavarre
Señales
Señales llegan
Luz salada. Y se despereza,
eterno, el Animal,
el mar, en olas.
Señales lejos
Mapa inútil, sin lágrima:
el caparazón de la tortuga.
Señales sin sueño
Danza inicial, Iris cretácico:
sombra de ropajes tintos.
Señales soledad
Ventana sin afuera:
Los dioses, jeroglíficos,
se asoman.
Señales al final
La sonrisa fósil del insecto
se hace sol,
luz total,
rotundo rojo
Benjamín Gavarre
¿No te gustó?
¿No te gustó? Mientras tengo la boca pegada en el espejo escucho el radio shu shu garaluz Mis ojos grandes Apago la luz y la pupila abierta enorme se inunda Prendo la lámpara Ni una lágrima Yo * Salgo a la calle Olvidé el sombrero No yo no uso Mis ojos turbios tengo frío ¡qué semáforos! ¿Por qué la lluvia es verde? La mesera no me entiende Con dos cucharadas le digo No me sirve nada me voy * Voy a prender otro cigarro me gustaría un sombrero Voy a entrar al cine Ultima butaca Un tipo se acerca me la agarra me masturba me voy película sin títulos no sé alemán me voy no veo la cara del tipo me vine me voy qué asco de película * No voy a cerrar la puerta y no me importa que se enoje Maldito gato, me araña la pierna; lárgate, así está mejor. Comida, eso está bien; qué tiene este pendejo; mermelada, cajeta, pan en celofán, leche; todo; que vuelva a comprar. Mejor ya me duermo; o qué, ¿lo espero?
BG
martes, 20 de mayo de 2008
Desierto de los leones
DESIERTO DE LOS LEONES
Recorro las ermitas mutiladas,
las capillas de vahos y lamentos musgos.
El aire se confunde y me entretengo en poseer
la visión de los que vienen:
soy de ellos, somos nosotros,
carmelitas desnudos.
Levitamos.
Monje de ayunos, de cilicios,
tu sola mano me lleva, a mí,
discípulo sin fe,
por líneas curvas,
jardines, techos, campanario:
barco en ruinas.
Es la primera batalla del viento,
en mar remoto,
y gana Bruma.
Sobre la bóveda arenosa de la ermita:
el caracol marino, la estrella, el pez:
Desprevenidos todos.
―Detrás de los manglares turquesa se oculta
Satanás,
me dice el monje.
―Soy Ehécatl, me dice un soplo:
presagio mil aires;
soy pájaro cáncer,
temblor de templos.
Los monjes me miran con sus ojos rotos.
Perforación de un cráneo,
el mío:
no soy,
no,
no soy de ellos.
Convento precipicio,
no despierto.
Me sale en fosa-menta el alma.
El agua en este mar convento es un brebaje anfibio.
Monje espurio, tampoco soy azteca.
Con venas saladas, me mareo.
Tras súbito vuelco, sin espanto,
crepito en ola
y casi no distingo
a los monjes sin sus anclas y sus vergas,
sin sus mástiles,
sus velas.
No acudirán al arribo de los dioses del oriente,
o dios,
ni yo tampoco.
Cuando alcanzo a vigilar las carabelas humo,
los follajes luz, gris perla,
miro pared, tapiz, lámpara,
y ese no soy
ya no
no lo aseguro.
Benjamín Gavarre
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